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      Marcelo Bonelli
      Marcelo BonelliPanorama económico

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      El último intento de presión sobre la Corte y los “dólares alquilados” de Caputo

      • El equipo económico busca suplantar dólares genuinos por billetes prestados, para abultar las arcas en el BCRA.
      • En Wall Street sondean información precisa sobre la Argentina.

      Con plan político. El ministro de Economía quiere encorsetar precios macroeconómicos para llegar a octubre con la inflación amarrada.

      Cristina recibió -increíble- el contundente fallo de la Corte con algarabía: como si estuviera en su ya lejana primavera política y no en el marcado ocaso su carrera. Cristina intentó así levantar el ánimo. Actuó -y actúa- como si hubiera ganado una elección y está condenada por corrupción. Encima, se le vienen dos juicios antes de fin de año: Cuadernos y Memorándum con Irán.

      Ocurrió en el PJ, el martes de la condena. A su alrededor -más realistas- había caras adustas y algunas senadoras no pudieron contener su emoción y lágrimas. La escena fue fellinesca. Encima, se repetían insultos contra la Corte Suprema. Cristina llegó a afirmar: “son unos hijos de puta”. Ahora, Cristina quiere mantener viva una ilusión: recurrir a la Corte Interamericana. Pero la condena está firme. Su forzada alegría no oculta la realidad: está inhabilitada de por vida.

      En caso de que esa movida fracase tiene una extravagante propuesta: propiciar la candidatura de Máximo. La noticia de su condena explotó en el mundo. Los “lobos” de Wall Street sondean información precisa de Argentina y están conformes con el fallo de la Corte Suprema. Lo dicen sus informes reservados -solo para exclusivos clientes- en donde se afirma que el fallo fue contundente y que se abre un nuevo momento político en Argentina. También algunos festejan un efecto concreto: que Cristina no volvería y que este puede ser el ocaso final del kirchnerismo. Esos informes hablan de una renovación del peronismo.

      Se sabe que el fallo estuvo sujeto a delicadas presiones políticas sobre la Corte Suprema. Hubo –aunque lo nieguen– un trabajo en tándem de Wado de Pedro y Santiago Caputo.

      Ambos tenían un pacto y coincidían en una cuestión: que Cristina no vaya presa.

      El Pibe buscaba una extraña estrategia electoral. Wado, preservar a su Jefa. Los dos estaban de acuerdo con eludir a la Justicia y mantener a Cristina como candidata. El operador estrella de “Peaky Blinders” fue Sebastián Amerio.

      En las ultimas semanas Amerio transmitió el pedido concreto de la Casa Rosada: exigió que los jueces no se pronunciaran hasta noviembre, después de la elección de octubre. Afirman que Amerio fue el emisario y transmitió ese ultimátum a Horacio Rosatti.

      Habría tenido una reunión personal y otras a través de un influyente operador del magistrado. En esa vocalía lo desmienten. Pero en Tribunales confirman que por lo menos fueron tres encuentros concretos. La información la tiene Cristina. Y la Casa Rosada.

      Amerio tuvo dos planteos. Primero, insistió en que la condena de Cristina se postergara para después de la elección de octubre. Pero después insistió con otra cantinela: que el fallo saliera en medio de la campaña electoral e hiciera explotar todo. Ambas propuestas no tuvieron recepción. Rosatti transmitió la situación a sus colegas de la Corte. La “operación” tuvo un juego de pinzas. Hubo un fuerte lobby del kirchnerismo.

      Fue Gerónimo Ustarroz el emisario que transmitió amenazas al alto Tribunal y aseguró que habría vendetta si se emitía un fallo contra Cristina. Ustarroz es hermano de Wado. Y miembro del Consejo la Magistratura. Su hombre de mayor confianza para estas turbias misiones. La cuestión generó tensión en Tribunales. Cristina vio el fracaso de ambos emisarios y adelantó su candidatura. El último fin de semana, los enviados –de Wado y Caputo– hicieron otro apriete. Pero ya la decisión estaba tomada: el fallo saldría el martes.

      El “acuerdo” de ese día estuvo picante entre los magistrados. Hubo reproches y pase de facturas en la reunión matutina de la Corte. Rosenkrantz estuvo furioso porque trascendió que viajaba a Tulum a un viaje de egresados de la Universidad de Yale. Y que el fallo podría demorarse por esa tardía estudiantina. Los tiempos se aceleraron y el tribunal decidió emitir un único dictamen condenatorio. Hubo adhesión. Fue una señal política: el trío de jueces unificó el fallo para darle contundencia a la sentencia.

      El dictamen insiste en una cuestión: la inadecuada defensa profesional que tuvo Cristina. Carlos Beraldi arde contra los jueces: “eso no se hace”.

      Ahora Cristina intenta transformar el barrio de Constitución en Puerta de Hierro. Así, se aplicaría el dicho popular: cuando la historia ocurre dos veces, “la segunda se manifiesta como una farsa”. Javier Milei tuvo una primera e insólita reacción: decidió utilizar ese fallo histórico para su ya aburrido ataque al periodismo. Ayer -alguien le habrá dicho- trató de salvar la cuestión: “dejé que los jueces actuaran libremente”.

      Javo dilapida sus éxitos en batallas contra molinos de viento. Ayer, la inflación fue del 1,5%, la mas baja del ultimo lustro. Toto Caputo busca “pulverizar” los precios. Pero para perforar el índice, está generando fuertes contratiempos económicos. Primero le puso el pie a los salarios. Esto afecta el consumo, que no termina de despegar. Es histórico: se venden alimentos frescos en cuotas.

      Segundo, el evidente atraso cambiario -para contener los precios- genera serios problemas con los dólares: el superávit comercial es mínimo y crece el déficit de la cuenta corriente externa. En semanas, los turistas van a arrasar con sus viajes. Encima, Santiago Bausili tiene problemas con las reservas. Las netas siguen negativas.

      Clarín confirmó que los técnicos del FMI prorrogaron la auditoría, pero exigieron que Caputo cumpla la meta de reservas. Luis Cubeddu, en la intimidad, repite molesto: “sino, al final, hacen lo que quieren”. Los “Toto-boys” se apropiaron de fondos de la banca internacional destinados a obras publicas. Existen “memos” en el BID y Banco Mundial con críticas por el uso de ese dinero: hay más de 200 obras paralizadas con financiamiento internacional acordado. Por eso, “Toto” aceleró y blanqueó su decisión de endeudarse. Eliminó exigencias que había puesto dos meses atrás: el dinero puede entrar e irse sin plazos.

      En definitiva, se busca suplantar dólares genuinos por billetes prestados para abultar las arcas en el BCRA. Los famosos “dólares alquilados” a tasas homéricas. La última acción obedece a suplir un -hasta ahora- sonoro traspié: no arranca el promocionado “jubileo” de dólares. Estuvo mal comunicado y peor elaborado.

      Toto quiere rascar billetes del fondo de la olla. Su plan es político: encorsetar precios macroeconómicos, para llegar a octubre con la inflación amarrada.

      Después se verá. El ministro hace alarde de esto y hasta exagera su fanatismo por el Presidente. Insiste para agradar en la Casa Rosada, pero esa metamorfosis llama mucho la atención en Washington.

      La última vez ocurrió en Carajo –el 678 libertario– donde decidió comparar la fama de Javo con Paul Mc McCartney. Así afirmó sin ruborizarse: “Javier es famoso como un Beatle”. A Javo -sin dudas- le gustan los aduladores. Por eso, El Pibe Caputo pensó en el Gordo Dan para competir con Cristina. La idea duró lo que un suspiro: Daniel Parisini -el Gordo Dan- solo mide un 3% en la provincia. Es decir, nada.


      Sobre la firma

      Marcelo Bonelli
      Marcelo Bonelli

      Periodista y analista político [email protected]

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