Nuestra Tierra gira en medio de estrellas y constelaciones, cruzando diferentes temperaturas energéticas. Es conocido por todos que el planeta atraviesa diferentes climas: que en el hemisferio Sur -entre noviembre y marzo- los días serán largos y calurosos no es tomado como una predicción sino como el conocimiento de los ciclos que nuestro mundo surca.
Algo similar sucede con los seres humanos y la astrología. Este lenguaje esotérico simboliza los tiempos para cada terraqueo. El inconveniente solemos ser tanto los astrólogos al intentar traducir en hechos concretos esta maravillosa herramienta simbólica, como las personas queriendo generalizar y superficializar la astrología con la típica pregunta: “¿qué les va a pasar a los geminianos">