Las víctimas de estafas económicas sufren mayores problemas de salud física y psicológica y requieren un seguimiento mayor que la población general, según un reciente estudio presentado hoy en España.
Para el trabajo, realizado por la fundación Finsalud y dirigido por la epidemióloga María Victoria Zunzunegui, se analizó el estado de salud de 188 personas afectadas por diversas estafas (fraudes financieros, con hipotecas, o con acciones preferentes).
"La salud física es claramente peor, el diagnóstico psiquiátrico es mayor y los problemas de sueño son muy grandes", resumió Zunzunegui, que apuntó a estas tres dolencias como los "principales indicadores de que algo les está pasando a estas personas". Los resultados del estudio fueron presentados hoy en la la sede el Comité Económico y Social Europeo (CESE) en Bruselas.
Los resultados del estudio, que fueron presentados hoy en la sede del Comité Económico y Social Europeo, en Bruselas, revelaron que un 85% de quienes poseían acciones preferentes y no han recibido una compensación económica definen su estado general de salud como "malo o muy malo". La cifra es algo menor en los encuestados que sí recibieron una compensación (54%), pero sigue siendo peor que el porcentaje registrado en la población general, que es del 32%.
Los investigadores también apuntan a que la proporción de personas que necesitarían un seguimiento psicológico es mayor entre los que fueron estafados (por encima del 75 % en todos los tipos de fraude) que para el resto de la población (22%).
Zunzunegui, que es además profesora en la Universidad de Montreal (Canadá), explicó que los biomarcadores analizados durante la investigación apuntaban a problemas de estrés, culpabilidad y conflicto familiar como principales causantes del malestar entre los encuestados.
Según la presidenta de la Asociación de s Financieros (ASUFIN), Patricia Suárez, el objetivo de presentar el estudio ante el CESE es conciencitizar a las instituciones europeas de que las malas prácticas bancarias tienen un impacto en el bienestar de la población. En Argentina, tras la crisis de 2001 y el corralito bancario, las consultas a los servicios de psiquiatría crecieron un 30%. Los principales motivos: ataques de pánico, depresión y somatizaciones corporales.
Zunzunegui recalcó que se trata de un estudio piloto y pidió hacer llegar a la oficina estadística comunitaria, Eurostat, una petición "para que incluya preguntas sobre fraude financiero en sus encuestas de salud a nivel europeo" y así poder recolectar información de muchas más personas y continuar el análisis. El objetivo final, concluyó, es disponer de datos a un nivel transnacional, ya que el problema "no es solo de España sino del sistema financiero en su conjunto".
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