La final de la Champions League entre PSG y el Inter de Milán comenzó con una jugada curiosa para aquellos que no están acostumbrados a mirar los partidos del equipo que dirige Luis Enrique, el estratega español que suele sorprender con acciones de laboratorio.
El partido disputado en el estadio Allianz Arena de Múnich entre ses e italianos comenzó con un movimiento ensayado que se convirtió en parte de del repertorio táctico del DT asturiano: el saque del medio como herramienta ofensiva.
Apenas sonó el silbato inicial, Vitinha apuntó hacia un costado y pateó como si estuviera jugando un partido de rugby, otorgándole un saque lateral al equipo contrario, en este caso el Inter, en zona defensiva. Esta maniobra, que busca ganar metros rápidamente y presionar al rival desde el primer segundo, refleja la filosofía de juego que Luis Enrique le inculcó a los parisinos desde su llegada.
Esta estrategia no es nueva en el PSG. A lo largo de la temporada, el equipo utilizó esta jugada en varias ocasiones, tanto en la Ligue 1 como en la propia Champions League. Aunque no siempre ha resultado en una ocasión de gol inmediata, su objetivo principal es establecer el tono del partido y ejercer presión alta desde el comienzo.
Utilizar esta táctica en la final contra el Inter de Milán no sólo demuestra la confianza de Luis Enrique en su plan de juego sino también la capacidad de sus jugadores para ejecutarlo en los momentos más cruciales. Fue un mensaje para ellos mismos y para el rival, que tuvo su consecuencia en ese arranque dominante de los ses, que rápidamente se pusieron en ventaja.
La apuesta por jugadas planificadas y una presión constante desde el inicio refleja la evolución del PSG hacia un equipo más colectivo y estratégico, alejándose de la dependencia de individualidades y acercándose a un modelo de juego más estructurado.
La final de Múnich no solo representa una oportunidad para que el PSG conquiste su primera Champions League, sino también una manera demostrar la identidad futbolística que Luis Enrique ha construido en el equipo, donde cada detalle, incluso el saque inicial, forma parte de un plan mayor para dominar al adversario.
Luis Enrique, el cerebro detrás del PSG. Foto: REUTERS / Stephanie Lecocq.
Vitinha saca del medio y manda la pelota a un costado. Foto: REUTERS / Annegret Hilse.