La victoria de Huracán ratifica su gran momento. Suma 14 puntos sobre 16 posibles, termina invicto y confirma el primer puesto del Grupo de la Muerte en la Copa Sudamericana. Pero, claro, aquí en el Palacio Ducó se corre con el corazón en Santiago del Estero. Entonces, el grito de la tribuna tiene que ver con la final ante Platense. Y se refleja en “el domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”. Sí, el Globo juega a dos puntas y disfruta. Con suplentes, se cargó al Corinthians de Dorival Junior, Memphis Depay y compañía, nada menos. Y como América de Cali empató sobre la hora ante Racing de Montevideo, el Timao se quedó afuera.
Frank Kudelka casi no arriesgó titulares. Apenas apeló a dos recurrentes, Fabio Pereyra y Leonel Pérez. El resto fueron los habituales relevos. Así y todo, no desentonaron a la hora de enfrentar a un rival que llegaba con la necesidad de ganar por goleada para superar en la tabla al conjunto de Parque Patricios.
Bajo esta coyuntura, el primer tiempo fue parejo, con pocas situaciones frente a los arcos y la más clara estuvo en los pies de Leonardo Sequeira. Fue a partir de un envío de Rodrigo Cabral desde la derecha que el delantero santiagueño dominó de espaldas y sacudió de mediavuelta a las manos de Hugo Souza, recientemente convocado por Carlo Ancelotti a la Selección de Brasil.
Con la estrategia que lo acompañó a la final del Torneo Apertura, Huracán prescindió de la tenencia, que fue 70-30 a favor de los paulistas. Sin embargo, y muy a pesar de contar con futbolistas como Memphis Depay o Angel Romero, inquietó muy poco a Sebastián Meza. Acumularon pases, pero tuvieron poco peso en el área local.
El nivel fue muy pobre y hubo muchos cortes producto del flojo arbitraje de Gery Vargas, que cobró faltas inexistentes y hasta amonestó a Pérez y André Carrillo por infracciones que imaginó. En este contexto, hay que destacar la vuelta de Luis Carrizo, recuperado de una rotura de ligamentos, quien reemplazó al lesionado Víctor Cantillo.
En el segundo tiempo, Huracán lo abrió rápido. El centro pasado de Hernán de la Fuente encontró a Franco Watson en el segundo palo y la arremetida del cordobés se filtró entre el primer palo y el brazo derecho Souza.
Kudelka empezó a meter mano en el banco y terminó jugando con un equipo totalmente alternativo. Dorival Junior respiró por el gol de Racing de Montevideo, al tiempo que incorporaba jugadores ofensivos, pero carentes de claridad. No le alcanzaría. Hubo un susto para los hinchas porque Vargas cobró penal por una mano de Cabral que se produjo un metro y medio afuera del área. El VAR lo corrigió.
Huracán se acostumbró a ser feliz. Adentro y afuera del país. Este equipo está para hacer historia, sin dudas. El domingo buscará dejarlo claro.
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Redactor de la sección Deportes, especializado en fútbol [email protected]
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