Miguel Ángel Russo se quebró en su presentación como DT de Boca junto a Juan Román Riquelme: “Sé lo que necesita el hincha”

La sonrisa de siempre y esos colores que parecían extraviados, pero hoy vuelven a lucir en su cuerpo. Ahí está Miguel Angel Russo, otra vez en el centro de la escena de Boca. Al lado de Juan Román Riquelme, aquel eximio enganche con el que alzó la última Copa Libertadores, ahora presidente. Fue el que lo llamó cuando Jorge Amor Ameal ganó las elecciones, el que lo despidió después de dos títulos y un lógico desgaste. También, el que volvió a contratarlo porque, a decir del propio entrenador, “son momentos” de tensión en el Xeneize.

Sí, por más que Román muestre su mejor cara, la presentación del nuevo técnico se produjo media hora después del sorteo de las copas y en ninguno está este gigante que supo conquistar América en seis oportunidades. Y sin ir más lejos, la vuelta olímpica más fresca en el ámbito local es de Platense. Entonces, con el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina, hay un renovado sueño en marcha. Es cierto que parece una misión imposible ganar el título, pero de mínima habrá que hacer un buen papel en la fase de grupos y lograr la clasificación a los octavos de final en tierra norteamericana.

“Bienvenido Miguel Angel Russo”, rezaba la pantalla gigante a espaldas del principal protagonista, que apareció a las 13, puntualmente como se había anunciado a través de las redes sociales. Román hizo de maestro de ceremonias con un discurso breve. “Hoy, para mí, es un día diferente. Presentamos al último entrenador que nos regaló la Copa y es un amigo”, dijo mirando a los periodistas. Y enseguida, sus palabras fueron directo al corazón del veterano estratega, de 69 años: “Deseo que disfrutes mucho y que seas muy feliz, te quiero y felicidades". Lo que siguió fue un abrazo y un beso en la frente que emocionó a Miguel.

A tal punto, que arrancó quebrado, pero mantuvo el tono firme a lo largo de un ida y vuelta con la prensa que duró 25 minutos. Pero recién en el final dejó entrever el objetivo de su tercer ciclo con la camiseta azul y oro. Independientemente de que será examinado por el nivel del equipo y por los resultados, Russo volvió al club para cerrar filas. “Siempre los más importante son los jugadores. Como norma, como base, pero tenemos que estar todos alineados, seguir el mismo camino, el presidente, la gente... Es una idea, una forma. Me preguntaban en Colombia cómo se lograba. Con un abrazo y un golpe en la cabeza, lo digo en el buen sentido”, reflexionó.

Russo es de la vieja escuela. Tiene claro que su rol irá más allá del aspecto táctico. Tendrá que construir confianza, reorganizar el plantel y en ese sentido habló de Alan Velasco. Fue el único nombre propio que hizo. “Estuvo parado mucho tiempo, hay que fortalecerlo y confiar en él”, enfatizó sobre el enlace por el que el club pagó 10 millones de dólares en enero pasado. Y aseguró que llega con un cuerpo técnico que lo apuntalará a achicar la brecha generacional. “Tengo mucha gente que me ayuda, porque el fútbol ha cambiado. Hablar con chicos es diferente ahora porque cambió la sociedad. Y yo vivo aprendiendo. La vida es así, se trata de cómo llevar las relaciones y hay que estar actualizado”, señaló.

El técnico de 69 años hizo hincapié, especialmente, en que tanto él como Riquelme son “gente de fútbol”. Y aunque nadie preguntó por su salida de San Lorenzo, se ocupó de aclarar que “Boca apareció cuando ya estaba eliminado” en referencia a la semifinal con Platense, hace ocho días atrás. La realidad es que su nombre surgió antes del choque del Ciclón con el Calamar y el propio técnico dio el “sí”, tal cual publicó Clarín.

“La gente del fútbol siempre respeta los tiempos. Entonces, nos manejamos de otra manera. Se han dicho muchas tonterías... La gente del fútbol sabe cómo manejarse y es diferente a un presidente que no fue futbolista. Hemos cumplido los pasos, siempre hemos estado hablando, que es lo que más me apasiona y me gusta. Cuando me va bien a mí, Román me llama, no es que me tenía que llamar ahora... Tenemos los mismos códigos. Se han dicho muchas cosas, la mayoría no son verdades”, deslizó.

Russo también destacó su segundo ciclo, el que tuvo 64 partidos y terminó abruptamente en agosto de 2021, cuando Riquelme decidió echarlo tras 13 fechas sin victorias. “Mi primer momento fue muy bueno, pero la pandemia nos mata, nos para seis meses... Hay que competir con la Bombonera vacía, nadie lo dice. Hay muchas cosas que me han pasado y siempre mantuve el silencio, me tocó una etapa muy difícil, pero estábamos para seguir trepando alto”, se descargó, tres años y medio después.

En su primera etapa fue campeón de la Libertadores y Miguel también fue el último técnico en dirigir a Boca en un Mundial de Clubes -en realidad se llamaba Copa Intercontinental-, aquel que perdió ante el Milan de Carlo Ancelotti en Japón. “Son eventos muy altos, Boca tiene merecido disputar el Mundial de Clubes, por su grandeza, por como es su gente, bienvenido sea que Dios me haya dado una oportunidad de estar en este momento. Sé que tenemos que trabajar mucho, esta es una competencia alta en la que estamos abocados, estamos hablando de que Boca es un club muy grande a nivel mundial”, afirmó.

Sobre su método de trabajo, Russo sostuvo: “Hace tres días que estoy, estamos hablando con todos de todo, manteniendo charlas, que todos estén convencidos de lo que queremos, de lo que buscamos... Vos armás todo dentro de un contexto, son jugadores de un nivel muy alto. Primero es esa parte; después, lo futbolístico vendrá con el correr del día, del tiempo, el fútbol es así, no hay otra forma, otra manera”. Y de los eventuales refuerzos, agregó: “Boca es Boca y está latente la posibilidad de jugadores nuevos. Lo mantenemos en silencio como debe ser. Román y la gente del Consejo se está moviendo, hasta que no se concrete, hay mucha calma y tranquilidad”.

“En los últimos años he logrado muchos campeonatos, sé lo que es el mundo Boca, sé lo que necesita el hincha de Boca. Yo estoy feliz con todo lo que hago, si a mí esto no me da felicidad, no lo hago. A muchos les parece algo que te vuelve loco, para mí es normal. Conozco Boca, sé lo que es el Mundo Boca”, repitió. Y se pronunció sobre la gente: “El cariño del hincha de Boca me lo demostró siempre, eso es indudable”.

Román volvió para regalarle la camiseta con su apellido en la espalda. Y Russo, de saco y corbata negra y camisa blanca, posó para las fotos de ocasión. “Se la voy a regalar a mi nieto”, dijo mientras era el foco de los flashes. Ahora, le tocará armar un equipo ganador, como en sus buenos viejos tiempos.