Valeria Edelsztein es doctora en química e investigadora del CONICET. Sus más de 47 mil seguidores de Twitter la reconocen como @ValeArvejita y se prenden a la pantalla cada vez que la experta abre un hilo bajo el hashtag #ContemosHistorias. Allí, la especialista ofrece datos curiosos, reivindica a mujeres de ciencia de distintas épocas y hace su aporte para derribar estereotipos, como el del “científico loco”. Sobre esto y más, dialogó con Entremujeres Clarín.
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- ¿De dónde nace la idea de #ContemosHistorias?
- Tiene varios orígenes. Me gusta mucho hacer comunicación de la ciencia y creo que las redes son un medio muy potente; Twitter en particular fomenta bastante el diálogo. La idea, entonces, era contar historias de la ciencia y sus protagonistas en forma de hilos: creo que contar historias en contexto ayuda a entender que la ciencia es una construcción humana y, como tal, tiene todas las características que tenemos los seres humanos; así, bajarla un poco del bronce, bajar la idea de que la ciencia es algo completamente objetivo, libre de intereses y libre de su contexto.
Por otro lado, hay muchos personajes en la historia de la ciencia que fueron completamente olvidados; en particular, científicas. Creo que es muy importante rescatar esas historias y hacerlas conocidas; es una manera de reivindicar todos los aportes que hicieron y también es una manera de mostrar modelos diferentes de las personas que hacen ciencia.
Tenemos un estereotipo bastante construido y arraigado sobre quién se dedica a hacer ciencia. Si preguntamos quién lo hace, la gente se imagina un varón bastante entrado en años, con guardapolvo, hablando de cosas incomprensibles, trabajando solo en su laboratorio, la imagen típica del científico loco. La idea es mostrar que la ciencia es un trabajo colaborativo; que la construcción del conocimiento se va haciendo de a poco y tiene idas y vueltas; que hay cuestiones de ética y moral involucradas y que hubo un montón de mujeres en la historia de la ciencia.
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- Entre las historias que más repercusiones tuvieron, ¿cuáles destacarías?
- Sin duda, la del robo del cerebro de Einstein, que titulé “el robo del siglo”. Aprovechando la movida del cerebro de Einstein refloté algunos otros hilos, como la historia de Eugenia Sacerdote de Lustig, una médica que nació en Italia, se vino a la Argentina con la guerra y acá fue la jefa de virología del Malbrán e introdujo la vacuna contra la poliomielitis.
Cuando entró en la morgue, el cuerpo estaba tendido sobre la camilla. Simplemente debía certificar la causa de la muerte: un aneurisma en el corazón.
— 💚Valeria Edelsztein💚 (@ValeArvejita) December 27, 2019
Realizó un examen rápido y se disponía a firmar la planilla cuando, de pronto, un pensamiento desconcertante recorrió su mente. pic.twitter.com/3SFNeD4KuQ
Marie Curie también es un personaje muy emblemático y me gusta mucho contar la parte de su historia que no se conoce tanto. Después, algunas que no tienen que ver con personajes, como “las paredes de la muerte”, sobre el uso de pinturas con arsénico, que terminaba matando a alguna gente en una época y lo que se cree que terminó matando a Napoleón.

- ¿Creés que las redes sociales son un buen medio para la divulgación científica?
- Sí, me parecen un gran medio para comunicar ciencia. Tiene sus desventajas, en el sentido del trolleo y de las fake news. Pero, en general, me parece que son muy poderosas y permiten difundir ideas.

- ¿Son invisibilizadas las mujeres en la historia de la ciencia">