Ni Chris Pratt, ni Matt Damon, ni Idris Elba, ni tampoco el atractivo Matt Bomer o el enigmático Michael Fassbender. El hombre más sexy del mundo no es actor, aunque este año haya hecho sus pinitos en la gran pantalla, sino ex futbolista. Es David Beckham, ahora dedicado al modelaje, a la publicidad y a su familia.
"Es un gran honor. Y estoy muy contento de aceptar", decía el exjugador de 40 años, protagonista de la tapa y de la entrevista interior de la prestigiosa publicación. Sin embargo, el símbolo sexual británico durante casi dos décadas se mostró modesto en este sentido. “Nunca he sentido que fuera atractivo, una persona sexy. Quiero decir que me gusta usar ropa linda y agradable, trajes y verme y sentirme bien, pero nunca he pensado en mí en ese sentido”, itía el marido de Victoria Beckham, que estaba encantada con el título que ha obtenido el padre de sus cuatro hijos.
Más divertida fue la reacción de sus hijos, que le preguntaron si haber sido elegido el hombre más sexy del mundo iba totalmente en serio, sobre todo, el primogénito. “¿Estás seguro que no soy el que está destinado a estar ahí hoy">