window.addEventListener('keydown', function(e) { if(e.key === 'Escape'){ e.preventDefault() } });
Noticias hoy
    En vivo

      Pudo ser la Mujer Maravilla del rock y dice haber merecido el olvido

      Isabel de Sebastián tenía grupo propio, componía con Gustavo Cerati y cantaba con Luis Alberto Spinetta. Pero se fue a Nueva York y cambió su historia.

      Video

      El nuevo tema de la cantautora argentina.

      Redacción Clarín

      Era la Mujer Maravilla de la escena del rock de los '80. Tenía grupo propio, Metrópoli -junto a Ulises Butrón-, componía con Gustavo Cerati, cantó para el Flaco Spinetta, Federico Moura, Fito Páez. Un día se fue a los Estados Unidos, donde iba a grabar el que sería su primer álbum solista, y se enamoró de un tipo que había hecho la música de la película Bagdad Café (Bob Telson). Su autoexilio duró de 1989 a 2003. Desde entonces perdió la silla como el que se fue a Sevilla, y es una verdadera pena que haya que explicar a Isabel de Sebastián dando pistas de su talento, su poética, su voz, su preciosidad aristocrática.

      ¿Quién sería hoy Isabel de Sebastián si jamás se hubiera ido?

      Hizo rock en la Argentina, tango en Nueva York, cantó en castellano, en inglés, se alejó de sus orígenes musicales, exploró en ese material errante y perezoso conocido como World Music, se acercó al folclore y además lanzó un estupendo disco homónimo que ganó el Premio Gardel como Mejor álbum Artista Pop Femenina.

      Su fábula de desencuentros y aproximaciones ahora la muestra, ¡en plena peste!, editando un nuevo trabajo: Corazonada, que ya tiene sus clips de Pequeño vals vienés y el encantador Todo baila, presentado en 2019.


      Mirá también

      “En Nueva York canté en español, porque me ayudaba a reconocer y conservar algo propio. Cuando volví a Argentina canté en inglés, pero no porque necesitaba ese idioma, sino porque aún no me había reencontrado con mi música. Me llevó un tiempo volver a cantar y componer, y es algo que me hace muy bien. Haberme encontrado con la artista después de perderla, es una de las cosas más importantes que me pasaron en la vida”.

      "Es imposible imaginar lo que uno no ha sido, pero si me identifico con alguien, podría ser Patti Smith""Es imposible imaginar lo que uno no ha sido, pero si me identifico con alguien, podría ser Patti Smith"

      Desde un departamento de Brooklyn, Nueva York, donde vive buena parte del año, dice que ahora mismo debería andar presentando su material en algún boliche porteño, pero no: audazmente la podemos leer en crudos dietarios pandémicos que escribe para dos medios argentinos.

      -Imaginemos la historia de lo que pudo haber sido. De no haberte ido nunca, ¿serías una Fabiana Cantilo, una Madonna, Hilda Lizarazu, Tina Turner, Liliana Herrero...?

      -¿Merecí el olvido? Sí. Irse, de alguna manera, es perderse para los demás y para uno mismo. Había viajado a mezclar mi disco a Nueva York, y con la paralizante hiperinflación no podía ser editado. Acababa de cumplir 29 años y me enamoré de un músico que me voló la cabeza. Se me abría la posibilidad de conocer músicas del mundo que transmitían algo diferente al ambiente del rock argentino, en el cual comenzaba a sentir cierto encierro… Es imposible imaginar lo que uno no ha sido, pero si me identifico con alguien, podría ser Patti Smith, que también escribe canciones y textos desde una perspectiva poética.


      Mirá también

      -Vos eras una de las pocas chicas de la escena rockera en la floreciente década del '80. Tenías un grupo y colaborabas con grandes figuras. Daba la impresión de que habías logrado un gran reconocimiento.

      -Evidentemente tuve el reconocimiento de mis pares, por eso fui, creo, tan convocada. Trabajar con Federico (Moura), Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y hacer un recital y que estén León Gieco y Charly García entre el público era algo totalmente natural para mí. Hoy me doy cuenta que en términos de rock era una época histórica, y que fui testigo y parte. Con Metrópoli tuvimos un público creciente y muy fiel, y sonábamos bastante en la radio. La masividad no llegó, quizás, porque hacíamos música "de culto", pero más probablemente porque nos separamos antes de que sucediera. Luego me fui.

      -¿Bob Telson es el máximo responsable de que te hayas alejado del rock?

      -Bob Telson es parcialmente responsable, pero también la ciudad de Nueva York, con su diversidad infinita y su potencia musical, y la distancia, que me hizo reconocer tanto valor en la música popular argentina, desde Leonardo Favio a Mercedes Sosa. En Nueva York me dediqué más a escuchar que a cantar. Los que cantaban rock y pop en Estados Unidos lo hacían con la fluidez de la coplera que canta una vidala: no lo interpretaban, “eran” esa música. Podría decirse que vivir en la cuna del rock me alejó de él y me acercó al tango y al folclore. Este nuevo disco (Corazonada) tiene su germen en ese momento, cuando las músicas de mis dos mundos comienzan a mezclarse en mi alma como si fueran los colores de una acuarela.


      Mirá también

      -Mientras hablamos no puedo dejar de asociar lo tuyo a lo de Luisana Lopilato con Bublé: mujeres que de alguna manera dejan casi todo por sus maridos.

      -La verdad, no conozco ni la actuación de ella ni la música de Bublé. Imagino que pasará también por una experiencia similar a la que tuve yo: dejar atrás una carrera y vivir en otro idioma, adaptada a otras costumbres, luego de encandilarte con un artista extranjero reconocido. Si me preguntás si es una forma de sometimiento, imagino que depende de cada caso. En el mío algo de eso hubo, aunque, como en el tema del machismo en el rock, me di cuenta mucho tiempo después. El precio fue alto y volvería a pagarlo. No quisiera ser otra de la que soy hoy. Pero es así, un día comienzan a faltarte palabras en español y te cae la ficha. Ciertas zonas de la identidad se erosionan y crece una extraña melancolía. Te transformás en un observador: pertenecés y no pertenecés, y al volver al país que amás, te pasa paradójicamente lo mismo.

      -¿Era fácil o difícil ser mujer en esos tiempos? Patricia Sosa dijo que se alejó del rock a fines de los años '80 porque no soportaba el machismo, y María Rosa Yorio aceptó, en su libro autobiográfico, que empezó su carrera siendo una especie de "groupie" de Charly García...

      -Hoy veo a músicas tocar varios instrumentos y grabarse. Cuando con Metrópoli terminamos de hacer nuestra sala de ensayo y estábamos conectando equipos, el asistente que teníamos me sacó el cable que estaba enchufando en el micrófono y me dijo, con sorna: vos querida, ¿por qué mejor no te vas a la cocina y volvés con unos matecitos, eh? Así era el estado de las cosas. Un gran sonidista argentino se me acercó hace un par de años y me dijo, con respecto al último álbum: "Qué bueno está el disco que te hicieron estos chicos". De alguna manera no le cabía la posibilidad de que una mujer tuviera una idea de a dónde ir musicalmente, que también "haya hecho" un disco, y que pueda arreglar y producir, cosa que hago con los músicos con los que trabajo, David Bensimón y Mauro Cambarieri, talentosísimos, mi familia musical. ​


      Mirá también