Durante una remodelación, un hallazgo de viejas balas de cañón, cartuchos y bayonetas confirmó lo que muchos sospechaban: ese rincón de Avellaneda había sido testigo de capítulos intensos de la historia argentina. En pleno cruce del antiguo camino a Cañuelas y la Estancia de Zamora, El Viejo Cañón, hay una parrilla que nació como almacén de bebidas en los años 40.
Dos hermanos lo hicieron famoso sirviendo la cerveza “prohibida”, esquivando las inspecciones del poder de turno. Con el tiempo, aquel boliche de mostrador evolucionó en una parrilla emblemática del sur bonaerense. Sin abandonar sus raíces, este restaurante ofrece picadas abundantes, ambiente de época y una identidad que se mantiene firme hasta hoy.
El Viejo Cañón: parrilla histórica de Avellaneda con más de 80 años de tradición
El nombre con el que hoy se lo conoce no es casual: alude directamente al cañón antiguo que se descubrió en una de sus reformas y que pasó a formar parte del alma del lugar.
En los años 80, el restaurante vivió su época dorada: artistas, futbolistas y referentes políticos eran habitúes de sus mesas vestidas con manteles clásicos y rodeadas de sillas tapizadas en pana roja. Las lámparas de vitraux, la gran estantería con botellas añejas y el salón señorial siguen intactos.
Tras un breve cierre a comienzos del siglo XXI, El Viejo Cañón reabrió en 2003 con una propuesta renovada pero fiel a su identidad. El chef Jean-Paul Azema, de origen francés, se sumó al proyecto para aportar una mirada moderna sin alterar lo esencial: carnes a las brasas, sabores criollos y la tradición de compartir una buena picada entre amigos.

Qué comer en El Viejo Cañón: cortes especiales, achuras y pesca del día
Además de las clásicas picadas, el restaurante de Avellaneda cuenta con un menú supervariado que contiene:
- Parrillada clásica: incluye asado, chinchulines, riñones, mollejas, pollo, costilitas de cerdo, chorizo y morcilla. Se sirve con papas fritas, morrón, cebolla y zucchini grillados.
- Grilla de pescados frescos: opción más liviana, pero con el mismo toque parrillero.

- Selección de cortes : variedades de cerdo, ternera, pollo y cordero con guarniciones como puré de calabaza, berenjenas en escabeche, porotos a la provenzal, ajo confitado y cebollas al malbec.
- Mix de achuras y carnes: entraña, bondiola, colita de cuadril, ideal para compartir.
Ubicado sobre Av. Hipólito Yrigoyen 996, en pleno corazón de Avellaneda, El Viejo Cañón es mucho más que una parrilla: es un lugar con historia viva, donde el pasado colonial convive con el aroma irresistible de la carne al fuego y la tradición de levantar la copa sin apuro.
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