En muchos hogares es común recurrir a mezclas caseras para la limpieza cotidiana. Productos como el vinagre, el bicarbonato de sodio o el limón suelen considerarse opciones naturales, económicas y accesibles para eliminar manchas, neutralizar olores o dar brillo a distintas superficies.
Sin embargo, no todas las combinaciones de estos ingredientes son eficaces ni seguras. A veces, mezclar ciertos compuestos puede anular sus propiedades o incluso generar reacciones que no aportan ningún beneficio real.
Por eso, antes de aplicar cualquier “truco casero”, conviene informarse bien sobre su funcionamiento.
Un ejemplo muy habitual es la mezcla de vinagre con bicarbonato. Aunque es una práctica extendida, lo cierto es que no es tan eficiente. Y no conviene mezclar estos dos productos si el objetivo es la limpieza de objetos de la casa.
¿Por qué no mezclar bicarbonato y vinagre?
Según el sitio Directo al Paladar, la conocida mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre, tradicionalmente utilizada en el hogar como solución de limpieza, no sólo resulta ineficaz, sino que también puede implicar ciertos riesgos si se emplea sin conocimiento.
Aunque ambos productos son comunes y accesibles, su combinación no aporta beneficios reales al momento de limpiar, desinfectar o eliminar manchas.
Si bien se trata de dos sustancias naturales, esto no significa que su uso combinado sea seguro o eficaz. El vinagre es un ácido (ácido acético) y el bicarbonato, una base.

Al unirse, generan una reacción química efervescente que, aunque puede resultar llamativa, no tiene poder limpiador real y, en muchos casos, puede dañar materiales o reducir la efectividad de ambos compuestos por separado.
A continuación, se detallan los motivos principales por los que no se recomienda esta mezcla:

Reacción química sin efecto limpiador
Al mezclar vinagre con bicarbonato se produce dióxido de carbono, agua y acetato de sodio.
Las burbujas que se generan no limpian por sí mismas; solo provocan un leve movimiento mecánico momentáneo. Pasado ese instante, la mezcla pierde toda utilidad.
Pérdida de efectividad de ambos ingredientes
El bicarbonato actúa mejor solo o con agua para tratar grasa o suciedad adherida. El vinagre, en cambio, es eficaz contra manchas de cal o sarro, sobre todo si se calienta.
Al combinarse, ambos neutralizan parcialmente sus efectos.

No desinfecta ni elimina bacterias
La mezcla de vinagre con bicarbonato de sodio no posee las propiedades desinfectantes que se le atribuye en muchos sitios.
Para higienizar correctamente superficies o utensilios, deben utilizarse productos específicamente formulados para ese fin, como lavandina diluida en proporciones seguras.
Puede dañar superficies o materiales
Dejar en remojo recipientes con esta mezcla, como tápers o vajilla, puede resultar contraproducente.
En algunos casos, la acidez del vinagre combinada con el efecto abrasivo del bicarbonato puede deteriorar ciertos materiales con el tiempo.

Riesgo de presión acumulada
La reacción química libera gas rápidamente.
Si se realiza en recipientes cerrados o sin ventilación, puede acumularse presión y provocar derrames o incluso explosiones menores.
Por todo esto, los expertos en química coinciden en que el uso de vinagre y bicarbonato debe hacerse por separado y con fines distintos.

Mezclas que sí son efectivas para la limpieza
Existen varias combinaciones de productos comunes que, a diferencia del vinagre y el bicarbonato, sí ofrecen resultados efectivos a la hora de limpiar y desinfectar.
A continuación, se presentan algunas de las más recomendadas por expertos en química:
- Vinagre y agua. El vinagre diluido en agua es una excelente opción para limpiar superficies. Su acidez ayuda a disolver manchas de cal, sarro y depósitos minerales en fregaderos, duchas o grifos. Esta mezcla también sirve para desinfectar superficies cuando no es posible usar productos más fuertes. Para obtener mejores resultados, el vinagre debe aplicarse caliente.
- Bicarbonato y agua. El bicarbonato de sodio, cuando se mezcla con agua, se convierte en una pasta abrasiva que resulta ideal para eliminar manchas persistentes y restos de grasa en utensilios de cocina, hornos y superficies de trabajo. También es útil para eliminar olores, ya que absorbe los malos olores de alfombras, cubos de basura o refrigeradores.
- Peróxido de hidrógeno y bicarbonato. Esta mezcla es potente y efectiva para limpiar superficies duras y eliminar manchas difíciles, como las que se encuentran en los azulejos o la ropa. El peróxido de hidrógeno tiene propiedades desinfectantes, mientras que el bicarbonato ayuda a eliminar la suciedad y las manchas. Esta combinación es especialmente útil para desinfectar y limpiar superficies en baños o cocinas.
- Limón y bicarbonato. El jugo de limón, por su acidez, junto con el bicarbonato de sodio, crea una mezcla espumosa que es excelente para limpiar y eliminar manchas en superficies como los mármoles o las encimeras. Además, el limón tiene propiedades antibacterianas que ayudan a desinfectar.
- Alcohol y agua. El alcohol, diluido en agua, es una mezcla eficaz para desinfectar superficies, especialmente cuando se trata de eliminar bacterias en áreas de alto o, como manijas de puertas, interruptores de luz y escritorios. Esta combinación también se usa para limpiar espejos y ventanas sin dejar marcas.
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