Tener un árbol frutal en casa no es solo un lujo de quienes viven en el campo. Hoy en día, cualquiera que tenga un patio, terraza o balcón con una buena maceta puede animarse a cultivar su propio duraznero. La clave está en empezar desde el principio: con el carozo del durazno, ese que muchos tiran sin pensar que puede convertirse en un gran árbol.
En esta nota te explicamos paso a paso cómo germinar un carozo de durazno en tu casa, sin gastar plata y con un método que funciona. Es una forma linda de conectarte con la naturaleza, ideal para compartir con los más chicos y hasta para disfrutar de tu propia cosecha en unos años.
Paso a paso: cómo germinar un carozo de durazno
- Retirá la pulpa del carozo y dejalo secar al aire durante dos días. Esto va a ayudar a que se abra con más facilidad.
- Abrí el carozo con cuidado, usando un martillo o alicate, para sacar la semilla que está adentro sin romperla.
- Dejá la semilla en agua durante 24 horas para hidratarla y ayudar a que se active.

- Envolvé la semilla en una servilleta húmeda, metela en una bolsa plástica y guardala en la heladera entre 6 y 8 semanas. Este paso simula el frío del invierno.
- Plantá la semilla en una maceta con tierra fértil, enterrándola unos 4 o 5 cm con la raíz (si ya brotó) hacia abajo.
- Ubicá la maceta en un lugar cálido y con buena luz, pero sin sol directo.
- Regá con moderación, manteniendo la tierra húmeda pero sin encharcar. Cuando tenga entre 5 y 7 hojas, ya podés empezar a exponerla de a poco al sol directo.
¿Cuándo empieza a dar frutos?
Según el Senasa, un duraznero nacido desde semilla puede tardar hasta 7 años en dar sus primeros frutos. Y cuando llegue ese momento, es importante cosechar a mano, sin dejar fruta caída, para evitar que aparezcan plagas.
¿Por qué vale la pena cultivar un duraznero?
Además de la satisfacción de verlo crecer, el durazno tiene un montón de propiedades beneficiosas:
- Vitaminas del complejo B y vitamina C: mejoran el sistema inmune y ayudan al cuerpo a producir energía.

- Fortalece los huesos, gracias a la vitamina K, calcio y fósforo.
- Aporta minerales clave como potasio, sodio y selenio, esenciales para el sistema nervioso y muscular.
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