Un reciente estudio llevado a cabo por la NASA encendió las alarmas en la comunidad científica internacional: hay fuertes indicios de la existencia de un océano subterráneo en Calisto, una de las lunas más grandes de Júpiter.
Aunque el hallazgo no es una confirmación definitiva, el equipo liderado por el científico Corey J. Cochran, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, logró detectar alteraciones magnéticas que no pueden explicarse únicamente por la atmósfera de la luna.
Las mediciones, realizadas durante una serie de sobrevuelos, sugieren con fuerza la presencia de agua salada bajo la corteza congelada.
¿Cómo llegó la NASA a este descubrimiento?
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores combinaron datos históricos obtenidos por la sonda Galileo con modelos computacionales que simulan la ionosfera de Calisto. La diferencia entre lo esperado y lo observado solo se explica si hay una masa líquida conductora bajo la superficie.
Según los resultados preliminares, ese océano tendría una extensión de decenas de kilómetros de profundidad y estaría resguardado por una gruesa capa de hielo con distintos niveles de espesor. Esta configuración es similar a la de otras lunas jovianas, como Europa, pero Calisto nunca había sido una gran candidata para albergar agua líquida… hasta ahora.

Misiones clave para confirmar el hallazgo
Aunque el descubrimiento es prometedor, la NASA advierte que se necesita más evidencia para confirmar de forma definitiva la existencia del océano. Por eso, las próximas misiones espaciales serán determinantes.
La sonda Europa Clipper de la NASA, y la JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer) de la Agencia Espacial Europea, tienen previsto recolectar nuevos datos que permitan verificar la presencia de agua y analizar su composición.
¿Qué tiene de especial Calisto?
Calisto es la segunda luna más grande de Júpiter y la tercera del sistema solar, detrás de Ganimedes y Titán. Con un diámetro de casi 4.800 kilómetros, es un cuerpo rocoso cubierto por una superficie llena de cráteres, testigos de una historia violenta. Se estima que su edad es similar a la de Júpiter: unos 4.500 millones de años.
Además, Calisto es la más externa de las llamadas lunas galileanas. Orbita a casi 1.880.000 kilómetros del planeta y tarda aproximadamente siete días terrestres en completar una vuelta. Su lejanía la protege de las intensas fuerzas gravitacionales de Júpiter, lo que reduce la actividad geológica, y hasta ahora la hacía poco probable como candidata para contener vida.

Algunos datos clave sobre Calisto:
- Es el cuerpo con más cráteres del sistema solar.
- Su temperatura promedio es de -139 °C.
- Tiene muy poca actividad geológica.
- Su superficie no cambió en miles de millones de años.
- Es una de las lunas más alejadas de Júpiter, lo que la protege de la radiación intensa del planeta.
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