A veces, para desconectarse de la rutina, no hace falta recorrer miles de kilómetros. A tan solo dos horas de CABA, en el partido de Ramallo, existe un pequeño tesoro llamado El Paraíso. Un pueblo que parece detenido en el tiempo, donde el sonido de los trenes, la brisa del campo y las postales históricas se mezclan en una experiencia única.
Este rincón de la provincia no solo enamora por su paz y sus paisajes: fue también refugio de grandes figuras argentinas, como Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones y Bartolomé Mitre. Entre estancias históricas, capillas neoclásicas y viejos almacenes, El Paraíso invita a recorrer su historia y su naturaleza de manera simple, cálida y auténtica.
¿Cuál es la historia de El Paraíso?
El Paraíso nació de la mano del tren. Desde la inauguración del Ferrocarril Central Argentino en 1886, la vida del pueblo giró alrededor de la estación. Hoy, el apeadero de tren, rescatado en fotos por el reconocido fotógrafo Miguel Rothschild, conserva esa mística de otros tiempos, con su arquitectura simple, pero llena de historia.
También se puede visitar el clásico Almacén “El Paraíso”, donde el tiempo parece haberse detenido y cada detalle remite a las épocas doradas del pueblo ferroviario.
¿Qué hacer en El Paraíso?
Uno de los grandes atractivos de El Paraíso es la Estancia Estrella Federal, ubicada a pocos kilómetros de las vías. Este lugar no solo permite recorrer vestigios de la defensa de la Soberanía del Río Paraná, sino que también ofrece experiencias únicas, como:

- Alojarse en el casco histórico y dormir en habitaciones llenas de historia.
- Tomar el té en una casona de época mientras se disfruta de la tranquilidad del campo.
- Subir al mirador sobre el río y contemplar atardeceres inolvidables.
- Recorrer senderos parquizados diseñados por Charles Thays, ideales para caminar o hacer picnic.
Todo enmarcado en un paisaje que combina río, campo y una sensación de estar en otro tiempo.
El Castillo que vio pasar a Borges
Aunque actualmente se encuentra cerrado, el Castillo de Obligado es uno de los puntos más emblemáticos de la zona. Construido por el poeta Rafael Obligado, este castillo fue testigo de reuniones históricas donde participaron nombres como Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones y Bartolomé Mitre.

Aunque no se puede visitar por dentro, contemplarlo desde afuera y conocer su historia le suma un toque mágico a la visita.
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