A solo dos horas de la Ciudad de Buenos Aires, Rawson se presenta como un destino ideal para cortar con la rutina sin alejarse demasiado. Este pueblo del partido de Chacabuco conserva el ritmo tranquilo del interior y una identidad marcada por el paso del tren. Con poco más de 2.000 habitantes, es perfecto para quienes buscan una escapada con historia, paisajes rurales y sabores bien caseros.
Las calles de Rawson invitan a caminar sin apuro, a sentarse en la plaza con unos mates o a cruzar el enorme puente peatonal que atraviesa las vías del tren, un emblema del lugar. Acá la vida cotidiana sigue girando alrededor del ferrocarril, pero en este pueblo también hay espacio para la cultura, la buena comida y propuestas turísticas impulsadas por la comunidad.
Rawson fue fundado en 1885 y desde entonces mantiene su esencia ferroviaria intacta. Su antigua estación de tren todavía está en funcionamiento y al lado se puede visitar un pequeño museo comunitario donde los vecinos reúnen objetos históricos: boletos, gorras de guardas y maquetas que cuentan cómo era el pueblo en los tiempos dorados del ferrocarril.
Al momento de visitar esta pequeña localidad, La Plaza Principal es otro punto clave. Allí están el Centro Cultural “Ave Fénix” y el centenario Teatro Italiano, que suelen ser sede de eventos y encuentros.
Pero el verdadero ícono de Rawson es su puente peatonal de 100 metros, que cruza las vías y ofrece una vista panorámica perfecta para una buena foto o simplemente para detenerse a mirar cómo pasa la vida en este rincón bonaerense.
Rawson también es famoso por su Fiesta Provincial del Alfajor Artesanal, que se celebra todos los septiembres y ya se convirtió en un clásico de la provincia. Desde 2017, el evento reúne a productores de alfajores de todo Buenos Aires, con feria, talleres, espectáculos en vivo y una competencia donde se elige al mejor alfajor del año. Para muchos, es el motivo que los lleva a conocer Rawson por primera vez.
Además de lo dulce, el pueblo tiene propuestas gastronómicas que sorprenden. En la zona rural funciona un restaurante que ofrece cocina por pasos con ingredientes locales: bondiola braseada con miel y cerveza, raviolones de calabaza o ñoquis verdes que reflejan el sabor auténtico de la región.
Una propuesta muy valorada por los turistas es el sistema gratuito de bicicletas comunitarias, impulsado por una vecina del pueblo. Se retiran en una heladería del centro y permiten recorrer Rawson a través de un circuito autoguiado con 16 paradas históricas señalizadas con carteles ilustrados.
Para llegar a Rawson desde la Ciudad de Buenos Aires, el camino más directo es por la Ruta Nacional 7 hasta Carmen de Areco y desde ahí continuar por la Ruta Provincial 51.
En poco más de dos horas de viaje, te encontrás con un destino distinto, ideal para un fin de semana en o con la historia, los sabores locales y el ritmo apacible del campo bonaerense.
Rawson está ubicado a solo dos horas en auto desde la Ciudad de Buenos Aires y es ideal para una escapada de fin de semana. Foto: Fernanda Zanlungo.
Rawson es ideal para una escapada de fin de semana con propuestas culturales, gastronómicas y al aire libre. Foto: Archivo Clarín- Fernanda Zanlungo.
