"¿Sos una Katy o una Gaga?", era una preguntas que los amantes de la cultura y música pop se hacían para diferenciarse hace 10 años.
En 2013, ambas artistas encabezaban la conversación musical global mientras se preparaban para lanzar nuevas etapas en sus carreras, tras discos que definieron el sonido de su generación.
Pero, como suele ocurrir con las mujeres en la industria, la comparación se convirtió rápidamente en competencia, y la narrativa enfrentó a sus fanáticos más allá de la música.
Ahora, una década después, esa vieja rivalidad revive... aunque esta vez con un giro inesperado.
Dos divas, una fecha, una ciudad
El pasado sábado 26 de abril, la Ciudad de México fue escenario de una inesperada colisión estelar.

Y es que Lady Gaga y Katy Perry, dos de las figuras más icónicas del pop moderno, coincidieron en la capital mexicana con el arranque de sus respectivas giras por Latinoamérica.
Perry ofrecía su tercer show consecutivo en la Arena Ciudad de México; Gaga, su esperado regreso tras 13 años de ausencia, debutando en el Estadio GNP Seguros.
Ambos conciertos fueron sold-out. Pero no era solo un asunto de aforos ni logísticas: la coincidencia reavivó una vieja disputa artística entre las dos cantantes que, durante más de una década, simbolizaron dos formas distintas de entender el pop.
Katy vs Gaga: una enemistad con historia

Lady Gaga y Katy Perry debutaron en 2008 con apenas 20 días de diferencia. Gaga lanzó “Just Dance”, primer sencillo de The Fame, mientras Perry impactaba con “I Kissed a Girl”, de One of the Boys.
Fue el inicio de una rivalidad no declarada pero evidente, alimentada por los medios, los fanáticos y la industria. Ambas irrumpieron cuando el pop estadounidense buscaba nuevas líderes tras el declive de figuras como Britney Spears o los Backstreet Boys.
La competencia se acentuó en 2013, cuando Gaga y Perry lanzaron el mismo día sus sencillos “Applause” y “Roar”, respectivamente.
La batalla por el número uno en los rankings reflejaba también el momento que vivían: Perry en la cima de su popularidad; Gaga en un periodo difícil tras el fracaso de Artpop.

Del éxito al fracaso: se invierten los roles
Años después, la balanza se inclinó. En 2015, Perry encabezó el medio tiempo del Super Bowl, mientras Gaga parecía haberse replegado. Pero en 2017, Gaga tomó el relevo en el mismo escenario y, para 2019, se coronó con un Oscar, un Grammy, un Globo de Oro y un BAFTA gracias a A Star is Born.

Perry, en cambio, enfrentó un descenso de popularidad. Su presencia mediática disminuyó, y su música dejó de dominar los charts como lo había hecho años atrás.
Aun así, su base de fans siguió firme, especialmente en América Latina. Incluso confirmó su regreso a Argentina a fin de año, con dos conciertos programados para el 9 y 10 de septiembre en el Movistar Arena.
¿Competencia o coincidencia?
En noviembre de 2024, Perry anunció su regreso a México con The Lifetimes Tour, que tendría su primera parada el 26 de abril de 2025 en la Arena CDMX.
Cuatro meses más tarde, Gaga anunció la presentación de su gira ¡Viva La Mayhem! para ese mismo día, en el mucho más amplio Estadio GNP Seguros, con capacidad para 65,000 personas, casi el triple del recinto de su colega.

Los fans lo interpretaron como un nuevo capítulo en la rivalidad. Las redes sociales ardieron con comparaciones, encuestas de popularidad, y la vieja narrativa de “Team Perry” vs “Little Monsters”.
Durante semanas, la competencia por la atención mediática se mantuvo viva, hasta que llegó el giro inesperado que pondría fin a la prolongada enemistad musical.
Perry, entre los Little Monsters
El domingo 27 de abril, apenas una noche después de cerrar su serie de conciertos en la Arena CDMX, Katy Perry fue vista entre el público del segundo show de Lady Gaga.
No fue una aparición discreta: la cantante grabó videos, cantó emocionada desde las gradas y los compartió en sus redes sociales.
“El show fue MAGNÍFICO. ¡Tu vestido! ¡La arena! Cada momento fue EL momento. Muy orgullosa de ti y agradecida de crecer juntas, Lady Gaga. Te quiero”, escribió Perry en Instagram.
La publicación no solo sorprendió a sus seguidores, también pareció poner fin, con un gesto simple y generoso, a una disputa que había durado 17 años.
¿Rivalidad superada?
El gesto de Perry fue celebrado por los fans de ambas artistas. Aunque no hay declaraciones oficiales sobre una reconciliación formal, su presencia en el concierto de Gaga —y el mensaje que la acompañó— bastaron para disipar la tensión.
Por primera vez en años, el relato dejó de girar en torno a la competencia y se centró en la iración mutua.
A lo largo de sus carreras, Katy Perry y Lady Gaga crecieron dentro de la misma industria musical, constantemente comparadas y puestas en competencia directa desde sus inicios.

Sin embargo, esa misma competencia funcionó como un motor creativo que las impulsó a definir estilos únicos y a desarrollar propuestas artísticas que solo cada una, desde su singularidad, podía ofrecer.
Una presión compartida que también les permitió destacar, no por parecerse, sino por diferenciarse.
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