La desaparición de Dennis Lloyd Martin, ocurrida el 14 de junio de 1969 en el parque nacional de las Grandes Montañas Humeantes en Tennessee, Estados Unidos, no solo marcó un duro punto de inflexión en la búsqueda de personas extraviadas, sino que también puso fin a una larga tradición de los varones de la familia Martin que se remontaba a más de medio siglo.
La familia Martin se estableció en Spence Field, un prado de los Montes Apalaches ubicado a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar. Allí cultivaban y criaban ganado hasta la creación del Parque en 1934. A partir de entonces, la actividad ganadera se transformó en un ritual de iniciación para los varones de la familia, donde padres e hijos subían a colocar bloques de sal para los animales hasta el arreo otoñal.
Faltaban solo seis días para que Dennis cumpliera sus 7 años, edad suficiente para aprender la herencia familiar, por lo que William C. Martin -arquitecto de Knoxville- viajó con su padre Clyde Martin, y sus dos hijos, Douglas de 9 y Dennis de 6, a Cades Cove, un valle de 6,800 acres, rodeado de montañas y reconocido por su belleza natural, con prados y colinas de flora silvestre.
Con motivo de un nuevo Día del Padre, los Martin invitaron a la familia de Carter Martin al fin de semana de campamento y senderismo. Juntos recorrieron el camino Anthony Creek hasta el refugio Russell Field, donde pasaron la primera noche. Luego, al siguiente día, caminaron 4.600 metros hasta Spence Field, donde se encontraron con otros amigos y familiares.

Mientras los adultos preparaban un pícnic, Dennis y su hermano Douglas, con otros niños, se pusieron a jugar a las escondidas a unos 40 metros del grupo. Se separaron y ocultaron entre la densa maleza y matorrales dispersos. Douglas y los otros niños caminaron hacia el sur y el oeste, mientras que Dennis optó por el noroeste, hacia el lado de Tennesse. Su padre lo vio por última vez cuando se dirigió a un arbusto para esconderse.
Douglas y los demás niños volvieron con el grupo de adultos. Eran las 16:30 horas. Dennis no volvió. No pasaron cinco minutos desde la última vez que lo vio con su remera roja brillante, su short verde y sus zapatos Oxford que William y Clyde comenzaron a buscarlo, sin éxito. Dennis era descrito como un niño tranquilo, callado e introvertido, que no gritaría y respondería a desconocidos si se le acercaran a hablar. Pese a su leve retraso madurativo, por el cual asistía a una escuela acorde a sus necesidades, se caracterizaba por ser intrépido y audaz.
Le gustaba jugar en los parques y sabía como desenvolverse en la naturaleza. Siempre tomaba la delantera en las caminatas familiares. Era de complexión mediana. Media un 1,20 metros, pesaba aproximadamente 25 kilos. Sus ojos eran marrones oscuros, con pestañas largas, y su pelo era castaño y rizado.
Los adultos del grupo se dispersaron por el campo y dividieron por los senderos para revisar el área inmediata donde Dennis fue visto por última vez. Su padre caminó más de 1,5 kilómetros al este y luego otros 4 al oeste. Durante todo el trayecto gritó su nombre. No obtuvo respuestas. Decidió volver al campamento con la esperanza de que Dennis hubiera regresado. Tras varias horas de búsqueda infructuosa, Clyde caminó 12 kilómetros hasta la estación de guardaparques para denunciar la desaparición. Ya era de noche, pasadas las 20 horas.
La mayor búsqueda en la historia de los Parques Nacionales
Los guardaparques y los de la familia buscaron en el área inmediata alrededor de donde Dennis fue visto por última vez durante el resto de la noche. Comenzó a llover. Los caminos y senderos se tornaron resbaladizos y traicioneros. La visibilidad se redujo a cero. El jefe de guardabosques Lee Sneddon formuló un plan para la mañana siguiente, que incluyó establecer un campamento base en Spence Field, organizar una cuadrilla de 30 hombres con cinco líderes y 10 cuadrillas de dos a cuatro hombres con 10 líderes, y conseguir un helicóptero para sobrevolar la zona.
A las 5 de la madrugada comenzó la búsqueda masiva, que incluyó a personal del parque de mantenimiento y guardaparques; los equipos de rescate de los condados de Sevier y Blount; del Smoky Mountain Hiking Club y varios habitantes de la zona. Su madre Violet participó activamente en la búsqueda. Con el paso de las horas creció el número de personas involucradas en la búsqueda. Los equipos de rescate no solo provenían del este de Tennessee, sino de todo el estado. También participaron equipos de rescate de cuatro estados diferentes: Georgia, Kentucky, Carolina del Norte y Carolina del Sur.
Además, asistieron Fuerzas Especiales (Boinas Verdes), Guardia Nacional Aérea, Personal de la Base Aérea, Ejército de EE. UU., voluntarios, estudiantes forestales, Departamento de Bomberos Voluntarios de Maryville Tenn, entre otros. La Cruz Roja Americana estableció un servicio de alimentos. La comida provino completamente de donaciones de restaurantes, comerciantes e individuos.

Se utilizaron cuatro helicópteros durante aproximadamente una semana (dos Hueys y dos CH53s). El gobierno de EE. UU. también proporcionó helicópteros y pilotos. La Guardia Costera Auxiliar de EE. UU. ofreció barcos y hombres para el lago Fontana. Muchas personas ofrecieron ayuda, incluyendo jeeps, radios portátiles, mapas y perros de rastreo. A partir de la mitad del sábado, se tuvo que informar a la gente que tenían más voluntarios de los que podían acomodar. En total, participaron 1.400 personas, por lo que se considera la búsqueda más extensa de su tipo en la historia del Servicio de Parques Nacionales.
Inicialmente, William creyó que Dennis pudo haber resbalado en la lluvia y oscuridad, y caer en el drenaje de Anthony Creek o de Eagle Creek, por los equipos de rescate y los voluntarios comenzaron la búsqueda por barrancos, arroyos y riachuelos. Los helicópteros se utilizaron para transportar a los guardias a áreas remotas en un tiempo relativamente corto. William voló en un helicóptero de la Patrulla de Carreteras de Tennessee sobre el área de búsqueda, con megáfono en mano para llamar a Dennis, sin resultados. Intentó lo mismo en un avión pequeño, pero este se rompió casi inmediatamente después de llegar.
Aunque se ofrecieron perros de rastreo, las fuertes lluvias de la primera noche dificultaron su uso. Sin embargo, se consideró que valdría la pena investigar la efectividad de los perros después de la tormenta. Se establecieron helipuertos en Cades Cove y Russell Field. Se planificaron helipuertos adicionales en otras ubicaciones como Thunderhead, Derrick Knob, Gregory Bald, Eagle Creek, Hazel Creek y Fontana.

Los estudiantes forestales de último año que iban a subir a Eagle Creek vía Fontana planearon dividirse en pequeños grupos y construir grandes hogueras durante la noche, con la esperanza de que si Dennis estaba en el área, vería la luz del fuego y se dirige a ella. Se revisaron los excrementos de osos y jabalíes en busca de signos de restos humanos, y se observaron a los buitres de cerca como "buscadores". Se contempló la hipótesis de que Dennis pudo ser atacado por los animales salvajes del Parque.
Se estableció un Centro de Operaciones para las actividades de búsqueda en el edificio de talleres en el área de Mantenimiento de Cades Cove, con una línea telefónica especial donde dirigieron todas las llamadas relacionadas con la búsqueda. Se organizó cobertura de radio constante. Para el 18 de junio se realizó la primera “Reunión de Estrategia” para analizar las operaciones de búsqueda hechas hasta el momento y planificar las siguientes acciones. También se cerró la carretera de Cades Cove para mantener alejados a los muchos curiosos y utilizarla para transportar a los buscadores acreditados en convoyes de autobuses. Incluso, se dedicaron muchas horas a comprobar las pistas psíquicas de "videntes", aunque sin éxito.
A pesar de los esfuerzos, no se encontró ninguna prueba de Dennis. No se encontró ningún trozo de ropa o calzado. La búsqueda oficial se cerró el 14 de septiembre de 1969. Según los primeros informes del Servicio de Parques Nacionales, se gastó 65 mil dólares. El Ejército y la Fuerza Aérea realizaron más de mil vuelos. Los equipos de rescate recorrieron aproximadamente más de 112 mil kilómetros. La búsqueda fue descrita como muy bien llevada, al considerarse todos los factores involucrados. Sin embargo, la operación fue revisada exhaustivamente para identificar áreas de mejora para manejar emergencias similares en el futuro.
La infructífera investigación del FBI
Al tratarse de un Parque Nacional, el FBI era la fuerza con la jurisdicción competente, que prosiguió la búsqueda con una investigación limitada en función de pistas específicas cuando se justificaba la acción. Así, informaron a William que no investigarían un secuestro debido a la falta de indicios de ello. Pero la oficina de Knoxville quería mantener una estrecha comunicación con él y los funcionarios del Parque Nacional. Asimismo, el padre a través del FBI mantuvo un o con el congresista John Duncan, quien a su vez tuvo la orden directa del presidente Richard Nixon de mantenerlo al corriente del caso.
A principios de octubre de 1969, se envió al laboratorio del FBI un par de pantalones cortos de Dennis para análisis, tras información proporcionada por William el 4 de octubre de 1969. William había recibido esta información de alguien que afirmaba tener percepción sensorial y que vio algo en una zona cercana a Spence Field donde se encontraron los pantalones cortos. Se solicitó al laboratorio que determinara la naturaleza de las manchas en los pantalones cortos y si era posible determinar la marca o el tipo. El laboratorio devolvió la muestra después de realizar análisis microscópicos en octubre de 1969.

En noviembre de 1969, un detective de la Policía Estatal de Indiana transmitió información de una persona que vio un zapato deportivo de lona azul de niño cerca del puente del sendero Chimney Tops en septiembre, preguntándose si podría ser del niño desaparecido. Los guardaparques respondieron que no veían conexión con Dennis. En julio de 1970, el jefe de Policía de Greeneville recibió una llamada anónima de una mujer que afirmó haber visto al "niño Martin" en un auto blanco en Knoxville aproximadamente tres semanas antes. La mujer estaba segura después de ver su foto, pero decidió no revelar la información a los medios de inmediato.
Documentos del FBI de finales de la década de 1970 y principios de la de 1980 muestran que se siguieron diversas pistas. En marzo de 1979, se llevó a cabo una investigación en Maryville, Tennessee, por la cual se buscaron registros en la oficina del Sheriff del Condado de Blount. En enero de 1980, se realizó una investigación en Nashville, Tennessee, en la Oficina Estatal de Correcciones, con foco en registros de un recluso asociado con otro que era un "mentiroso compulsivo" pero que nunca mencionó el secuestro o asesinato de un niño. En agosto de 1980, se identificó a una persona que había salido bajo palabra y residía en Chattanooga. Se iniciaron gestiones para ar a un oficial de libertad condicional y a la exesposa de esta persona para entrevistarla sobre una posible participación en el secuestro y venta de Dennis en 1969.
Una investigación en octubre de 1980 relacionada con la persona identificada buscó registros escolares en Chattanooga, pero se encontraron dificultades debido a la destrucción de registros antiguos. En enero y marzo de 1981, se continuó con información sobre esta persona, incluida la creencia de que Dennis fue llevado por la fuerza por alguien conocido en el parque y con la ayuda de familiares. El 2 de marzo de 1981, la investigación fue cerrada con la anotación "ninguna persona para continuar el caso”.
El legado de Dennis Martin: lecciones aprendidas de una búsqueda masiva
El jefe de guardaparques Lee Sneddon también opinó que ni Dennis ni un posible secuestrador habrían podido desplazarse una gran distancia en el tiempo transcurrido. William no estaba dispuesto a aceptar la posibilidad de que su hijo jamás aparecería y prefirió aferrarse a la esperanza de un secuestro, pero para el FBI no había ninguna indicación absoluta de que esto hubiera ocurrido. Sin embargo, mantuvieron un interés continuo en recibir cualquier información que pudiera indicar una violación de la ley federal.
La búsqueda fallida de Dennis Martin generó lecciones aprendidas y puso en evidencia errores que se transformaron en material de entrenamiento para rescatistas y personas que disfrutan del aire libre en todo el mundo. El caso ayudó a entender mejor cómo se comportan los niños pequeños cuando se pierden. Hoy se sabe que los menores suelen no responder cuando se pierden, incluso si escuchan que los llaman; pueden esconderse de quienes intentan ayudarlos. Si están lesionados o desorientados, pueden comportarse instintivamente, lo que dificultaría encontrarlos.

Sin bien la masiva participación de voluntarios y demás personal fue bien intencionado, se comprendió que su participación resultó contraproducente. La gran cantidad de personas y vehículos pisotearon posibles pistas. Antes de este caso, la noción era que cuantos más, mejor. Además, el caso puso de relieve la necesidad de una rápida organización de la mano de obra y los recursos, así como también las relaciones públicas y la comunicación. También se aprendieron lecciones sobre la importancia de usar perros de búsqueda inmediatamente al inicio de la operación, incluso si llueve, ya que puede haber un rastro nuevo después de la lluvia.
Las lecciones aprendidas y los cambios en los procedimientos a partir del caso de Dennis permitió que se salvaran muchas vidas. Gracias a estas revisiones, entre otras cosas, actualmente entre el 90% y el 95% de las personas perdidas en el bosque son encontradas en las primeras doce horas. El Servicio de Parques Nacionales en los Smokies solo falló en encontrar a otras cuatro personas desaparecidas desde 1969. El avance en la "ciencia de la gestión de búsquedas" desde aquel entonces es considerada un legado duradero de este caso, que ayuda a personas en todo el mundo.

Los Martin ofrecieron una recompensa de 5.000 dólares por información que contribuyera al regreso seguro de Dennis. Distribuyeron ampliamente carteles de recompensa por su hijo desaparecido. Solicitaron que se les devolvieran los artículos de ropa de Dennis que se habían utilizado durante la búsqueda y cancelaron la tradición familiar de acampar antes del séptimo cumpleaños los varones. La familia se aferró a la esperanza de que Dennis hubiera sobrevivido o hubiera sido secuestrado durante años. Incluso a finales de la década de 1970, la madre Violet Martin creía que su hijo sabía dónde encontrar bayas en el bosque y por eso podría haber sobrevivido.
Los padres nunca dieron entrevistas a los medios desde que terminó la búsqueda inicial. William "Bill" Martin murió en su casa en octubre de 2014 a los 78 años. Hasta el final de su vida, creyó que su hijo había sido secuestrado. En su obituario, Dennis fue listado como vivo. En 2018 se estrenó el documental “Missing: The Dennis Martin Case”, disponible en la plataforma Amazon Prime Video, que narra la tragedia de la familia Martin.
"Creo que es prácticamente imposible que alguna vez sepamos lo que le pasó a Dennis Martin. Siendo la naturaleza humana lo que es, queremos tener una respuesta a algo. Queremos tener una explicación. Pero se convirtió en uno de los misterios perdurables de los Smokies”, expresó el superintendente adjunto del Parque, Clay Jordan, al medio Knoxville News Sentinel, en el marco de un detallado informe sobre el caso escrito por Matt Lakin.
Sobre la firma
Redactor de la sección Internacional. Licenciado en Comunicación (UNLZ). Pasó por BAE Negocios, donde escribió sobre política, economía y sociedad. Estuvo acreditado en Casa Rosada. Dio sus primeros pasos en Agencia AUNO. [email protected]
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