Es machista. No lo niega, ni siquiera intenta disimularlo. Es más, se toma su machismo con humor e ironía, pero muy en serio el tema de las relaciones entre hombres y mujeres. Actor, músico, cantante, director, guionista y escritor, Pablo Novak desentrañó con anécdotas propias y ajenas el ser y sentir masculino en su libro Todos los hombres son solteros. Historias e histerias masculinas . Hijo del polifacético Chico Novarro, convive desde hace 12 años con la actriz Andrea Campbell, con quien tiene dos hijos: Esmeralda (4) y Franco (7). “En 2001 empecé a publicar lo que escribo en forma de teatro, siempre con un tema común: las relaciones entre el hombre y la mujer; se supone que uno lo hace para agotar y sublimar ciertas obsesiones, porque lo que uno busca es encontrarse en los otros. Me gusta la comedia y hablar de cosas que pueden suceder”, ite Novak.
Es la primera vez que un varón ite la histeria masculina. ¿Por qué un hombre felizmente casado escribe sobre solteros? Si caminás por la calle y preguntás a mujeres y hombres de más de 30 años, te van a contestar que la histeria hoy es masculina. Hace tres décadas se hacía chistes con el famoso “hoy no, me duele la cabeza”. Ninguna mujer dice ahora eso cuando su pareja quiere tener sexo. Es obvio que el hombre tiene un lugar más privilegiado, los chicos de 20 te dicen que en una noche se llevan tres o cuatro teléfonos de un boliche. Y después, por ahí, ni llaman. Hay una histeria muy vigente, sobre todo en los tipos casados, que saben que afuera pueden elegir y no cierran nunca la puerta, por las dudas.
¿Hay algo personal cuando decís “cuerpo de casado y cabeza de soltero”? Mucho. Nunca entendí el casamiento y creo que cuando uno se casa es para satisfacer a la mujer. La vida del casado se nutre de las fantasías, si no no funciona. El hombre necesita imaginar muchas mujeres. Uno siempre tiene la cabeza de soltero, aunque esté felizmente casado. La mujer tiene que saberlo y no asustarse. Andrea no sólo lo sabe, en nuestro segundo aniversario me regaló un largavistas (carcajadas).
Lo que digas puede ser usado en tu contra, ¿aprendiste a entender a las mujeres? A la mía me cuesta mucho. Pero puedo ponerme en la piel de la mujer: tengo tres hermanas y fui criado por mujeres. Las entiendo más de lo que ellas se entienden. La insatisfacción es femenina, permanente y casi genética.
Ustedes no son ninguna joya, ¿o me equivoco? No, pero somos más fáciles de entender. El armado mental es mucho más sencillo.
¿Qué es lo que le miraste a Andrea cuando la conociste? Ehhh.. Le miraba todo, me encantaba, pero ella no me daba pelota. La conocí en un canal y lo primero que le miré fue la cara, la personalidad, la onda... Mirá, si tiene una cola bárbara y la cara no te gusta, no vas a ningún lado. Igual, estoy retirado del asunto...
Me contó un pajarito que te das vuelta para mirar una cola con Andrea al lado...
No lo hago más porque me cachetea. Es gracioso, a veces pasa una mina que está bárbara y yo ni la miro, pero Andrea me pega igual, por las dudas.
Del 1 al 10, ¿cuánto tenés de machista? Mnnnn... ponéme 7.
¿Soportás que Andrea gane más, por ejemplo? Me lo tengo que bancar porque es así desde el principio (risas). No me gusta, es una de mis partes machistas. No me gustan las minas que avanzan, prefiero a la geisha que a la comehombres. Me gusta pensar que en algún lugar se somete. No es el caso de Andrea, justamente (ríe mucho). Tengo miserias machistas, fijate que tengo un hijo y una hija y con ella no podría soportar la idea de un novio o de alguien que le agarre la mano. Voy a ser un padre muy cuida, obvio.
¿Qué irás y qué no tolerás de una mujer? No detesto nada, las mujeres son el propósito en la vida de los varones. Muchas veces me dan ternura y otras me dan ganas de decir, “loca, estás haciendo todo mal”. Me sale algo muy paternal con mis amigas, con las conocidas, que digo, “¿cómo no se da cuenta de esto o aquello">