El plan secreto de inteligencia de la SIDE de Javier Milei, además de tener como objetivo los “actores estratégicos” que busquen “erosionar” la confianza en la economía, también tiene en la mira a los grupos de mapuches que busquen separarse de la Argentina, a los ciberoperadores que pongan en peligro la democracia y a los grupos anarquistas locales, entre otros.
Según dos fuentes parlamentarias y un ex funcionario de inteligencia consultados por Clarín en estricto off the record, el documento de 170 páginas, entregado en octubre a la comisión bicameral de Inteligencia del Congreso en octubre pasado, el titular de la SIDE Sergio Neiffert delineó “diez lineamientos estratégicos” para el gobierno de La Libertad Avanza.
Esos lineamientos estratégicos, como los anteriores, ponen como objetivo identificar, reunir y analizar información sobre el conflicto por las Malvinas, la Antártida, la depredación pesquera en el Atlántico Sur, el conflicto de Medio Oriente, el terrorismo internacional, el crimen organizado, la contrainteligencia y la ciberseguridad, entre otros, contaron las fuentes que afirmaron conocer el documento secreto.
La comisión bicameral de inteligencia, que preside el senador radical Martín Lousteau, citó sin fecha a Neiffert para que explique los alcances del plan, sobre todo las partes más polémica. El vicepresidente de esa comisión es el diputado ultracristinista Leopoldo Moreau y otro de sus es el ex director de Contrainteligencia de la SIDE K, Rodolfo Tailhade.
Miguel Ángel Toma explicó a Clarín que según la ley de Inteligencia 25.520 el plan “debe presentarse al Congreso todos los años o por lo menos prorrogarse si se mantienen los mismos objetivos”. “Los de la bicameral puede haber observaciones y pedir cambios pero no tienen la facultad de aceptarlo o rechazarlo”, contó quien fuera jefe de la SIDE durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
Y sobre la base del plan, contó el exfuncionario, la SIDE puede elaborar órdenes específicas para reunir y analizar los datos que son de carácter secreto.
El plan se entregó en octubre y no en marzo, como corresponde, porque en el interín fue desplazado el primer jefe de la SIDE de Milei, Silvestre Sívori.
"Actores estratégicos" contra los bancos, en la mira
La oposición está preocupada por un lineamiento que pone como objetivos de la SIDE a “actores estratégicos” que traten de “erosionar” la credibilidad del sistema financiero, de las empresas radicadas en el país o crear desconfianza sobre la política económica del Gobierno en base a fake news, siempre según las fuentes.
En ninguna parte del documento se habla específicamente de periodistas, opositores o economistas, pero un ex agente dijo que fue “un grave error político hablar de actores estratégicos, en ese capítulo, porque abre una amplia gama de posibilidades” sobre a quién se refiere.
La SIDE tiene prohibido hacer inteligencia sobre la política interna pero la mayoría de los gobiernos desde 1983 tuvieron denuncias al respecto. De todos modos, una cosa es señalar un “actor estratégico” en general y otra es dar una Orden de Observación (OB) que supone hacer seguimientos de personas o interferir sus comunicaciones sin orden judicial y es un delito.
Las fuentes precisaron que la mayoría de los objetivos son para la SIDE pero que algunos los comparte con la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DNIEM), que depende del ministerio de Defensa, Luis Petri, como los referidos a las Malvinas. Y otros con la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (DNIC), que están bajo la órbita de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, e investiga el narcotráfico o el crimen organizado, entre otros delitos comunes. Todos integran el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) que, desde 1983, hasta ahora nunca logró funcionar en forma satisfactoria.
Otros de los lineamientos del plan señala como objetivos a actores locales o globales que frenen el desarrollo económico, afecten las cadenas de abastecimiento y maniobras ilícitas para fomentar la cartelización. Este parte forma parte de una línea que había inaugurado la ex presidenta Cristina Kirchner cuando en el 2015 ordenó a la SIDE que investigue “golpes de mercado” ante las elecciones presidenciales de ese año.
A las fuentes también le llamó la atención el objetivo de identificar actores que impulsen “relatos” en base a Inteligencia Artificial u otros recursos que pueden desestabilizar las instituciones de la democracia o influir en las elecciones. Incluso, apunta a terceros del exterior que promueven la “desinformación”, en alusión quizás a métodos como los trolls usados por el gobierno ruso que influenciaron en la primera victoria electoral del 2016 de Donald Trump en Estados Unidos.

Otras de las frases que preocupan es una que diría algo así como identificar a aquellos que quieran “alterar” con informaciones falsas la toma de decisiones del Gobierno, siempre según las fuentes.
El plan también propone estudiar tendencias mundiales que puedan implicar “riesgos y amenazas” para la democracia y el orden constitucional argentinos, una constante en este tipo de planes.
Contra xenófobos
En otro capítulo, se señala la necesidad de buscar información sobre acciones que impulsen la “discriminación y odio contra minorías" e identificar a "xenófobos o ultranacionalistas”, contaron las fuentes.
Entre aquellos que están analizan el plan secreto, también se esperan especificaciones sobre la decisión de la SIDE de poner a “anarquistas” bajo la lupa y sus os con los grupos internacionales de este perfil. Un grupo anarquista tiró en el 2018 una bomba molotov contra la casa del ex juez Claudio Bonadio y otro atacó la sede del diario Clarín en 2022.
Según las fuentes, habría preocupación, además, sobre tendencias globales y locales de “radicalización política” y en particular si estos grupos buscan cometer ataques en la vía pública.
En el plan habría también puntos referidos a tener información sobre “acciones separatistas” contra el Estado nacional que, según las fuentes, se referiría a los grupos mapuches radicalizados como la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) que encarnó Jones Huala, quien fue condenado en Chile por incendiar casas, y que lideró el grupo que cobijó a Santiago Maldonado, quien murió ahogado tras el desalojo de la ruta nacional 40 en Chubut, en 2017 y que la ex presidenta Cristina Kirchner presentó falsamente como un “desaparecido” del gobierno de Mauricio Macri.
El documento también se referiría a que la SIDE colabore la seguridad física de los altos funcionarios del Gobierno, la Justicia y el Congreso. Probablemente pensando en el juicio que la ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (ex AFI, ahora SIDE) Cristina Caamaño, contra Macri denunciando que había hecho inteligencia ilegal sobre familiares de los 44 héroes del submarino San Juan. Macri terminó sobreseído pero se buscó instalar que los servicios de inteligencia no deben colaborar con la seguridad de los presidentes cuando se trasladan y que es un delito.
El plan, en otros capítulos, se pone como objetivo a aquellos que busquen crear conflictos ficticios con otros estados y otro es prevenir ataques contra la “infraestructura estratégica” como las centrales nucleares de Atucha I y II y Río Tercero.
"Narrativas" de la Deep Web
Los capítulos más extensos tienen que los ciberataques, siempre según las fuentes, y hace referencia a infraestructuras críticas digitales de la Argentina, operaciones de espionaje, desinformación ransomware (robo de datos), phishing (robo de identidad) y otros tipos de amenazas cibernéticas. La SIDE ahora tiene una Agencia de Ciberseguridad.
Buscaría identificar “ciberoperadores” que respondan a terceros países o actores que usen Inteligencia Artificial o Big Data para atacar la democracia.
También identificar a impulsores de “narrativas” que desde la Deep Web (la Internet oculta) operen contra las instituciones, entre otros objetivos del plan secreto de la SIDE de Javier Milei.
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