Desesperación y llanto. Niños en brazos de sus padres. Mojados y tiritando de frío. Este era el escenario este mediodía en los barrios San Cayetano y Santa Lucía, de Campana, ubicados entre las rutas 6 y 9, una de las zonas más afectadas por las lluvias récord que cayeron desde el viernes y donde los vecinos debieron recurrir a botes para rescatar a quienes quedaron aislados por el agua.
"Perdimos todo. El agua subió de golpe, no tuve tiempo de nada", dice llorando a Clarín María, una vecina que se aferraba a su hija.
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La indicación de los voluntarios que brindan su asistencia para las madres es que no se separan de sus hijos, quienes, en muchos casos, no entienden lo que sucede.
Hay vecinos que quedaron atrapados o varados por la inundación que se auto evacuaron cuando cerca del mediodía dejó de llover y llegaban hasta el punto de asistencia caminando por las vías del tren, el terreno más elevado y menos afectado por la inundación.

Sin embargo, el resto de las calles parecían arroyos y los rescatistas se movilizaban en botes de madera, con remos o a motor, kayaks y gomones, para poder llegar hasta los que aun se encontraban indefensos ante el avance del agua, que llegó a escalar hasta los 3 metros en ciertos sectores, según los testimonios de los propios afectados.
Ignacio advirtió que durante la noche el nivel del agua creció de golpe y se subió una lancha para ir a buscar a un compañero de trabajo y unos familiares. "La gente te pedía que la rescates", cuenta.
Dos amigos, Pablo y Lucas, en cambio, utilizaron una camioneta Ford Ranger para convertirse en rescatistas. "Estamos desde anoche. No paran de sacar gente, hay muchos que aún siguen en sus casas", dice Lucas.

Pablo es quien maneja la camioneta. "Esto tendrían que hacer con camiones y parar el tránsito de los camiones de las fábricas", dice antes de continuar con sus tareas de asistencia.
En tanto,otros evacuados eran trasladados en camiones, a los que subían con la mirada perdida y con lo que poco que habían alcanzado a llevarse de sus hogares, algunas pertenencias y sus mascotas.
En el lugar trabajan bomberos de Campana, Escobar y Garín, mientras que los camiones con evacuados tomaban la ruta 6, cercana a las vías y se dirigían hasta el cruce con la 9.

Clarín iintentó llegar vía terrestre hasta Zárate, pero el corte sobre la ruta 9 era total en ambos sentidos entre los kilómetros 109 y 120, donde hubo vehículos de pasajeros y autos particulares varados desde anoche.
Centros de evacuados
Unos kilómetros al sur de Zárate, desde la ruta, los camiones y camionetas llegan con los rescatados al Club Ciudad de Campana, en el que funciona el Polideportivo Pascual Sgro, el cual se transformó en uno de los centros evacuados.
Allí hay familias enteras, como la de Hermelinda, quien se auto evacuó anoche cuando logró escapar del agua con sus parientes. "Perdí todo, pero tenemos que seguir", dice y sonríe tímidamente.
Mientras habla, una mujer y sus dos hijas entras al gimnasio, donde se cree que hay más de 200 personas. Las tres están descalzas. Rápido, las llevan al sector donde la gente donó ropa. Les dan zapatillas, abrigo y un vaso de té.
A unas seis cuadras de distancia funciona otro centro de evacuados, en Hospedaje Siderca, adonde también la gente acerca donaciones.
En Campana, la gente agradece que dejó de llover, al menos por unas horas, al tiempo que el ruido del agua drenando es incesante.
AA
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