La autopista Buenos Aires – La Plata se encamina a estar iluminada con energías renovables con el inicio de una obra clave en materia de sustentabilidad. Se trata de un parque solar que generará energía limpia.
Lo montará Aubasa (la empresa estata que concesiona autopista y rutas de la provincia de Buenos Aires) en uno de los obradores que está ubicado a metros de la estación de peaje de Hudson, en Berazategui, donde hoy allí se acumula un gran caudal de residuos.
Sergio Federovisky, gerente de Sustentabilidad de Aubasa, precisó que el parque solar tendrá una potencia de 120 kilovatios-hora que alcanzará para abastecer a todo el sector del obrador donde funcionan las áreas prioritarias de la empresa, como Mantenimiento, Obra, Talleres, Pañol, entre otras. Y agregó que el excedente irá a la red general para abastecer a toda la autopista.
“Con este proyecto en marcha, Aubasa dará un paso fundamental hacia las energías renovables que se complementan con la incorporación de señalética sostenida con energía solar para rotondas, retornos, curvas peligrosas, tanto en la autopista como en la autovía 2”, precisó el funcionario.
El proyecto es uno de los tres que se ejecutarán durante 2025. El segundo es la integración, a lo largo de los 50 kilómetros de autopista que une la capital bonaerense con la Ciudad, de un sistema diferenciado de recolección de residuos.
En concreto, se eliminarán todos los focos donde se acumula basura lo que permitirá que aquellos residuos no reciclables vayan a disposición fina y los que puedan ser reciclables sean cedidos a cooperativas de la provincia de Buenos Aires para que los reincorporen al mercado nuevamente.
De este modo, la Buenos Aires La Plata cumplirá con la política de economía circular y de reciclaje de todo aquello que es potencialmente recuperable en toda la empresa.
En tanto, el tercer proyecto está orientado a disminuir la contaminación acústica en partes críticas de la autopista donde hay barrios muy cercanos a la traza. Para ello, AUBASA ya se encuentra en proceso de adquisición de es acústicos en cuatro zonas específicas donde la contaminación es más aguda. Dos a la altura de la Usina del Arte y del barrio de Barracas, en un barrio de Avellaneda y el otro a la altura de Quilmes.
Se instalarán es con materiales que logran la disminución del ruido y que serán complementados con vegetación autóctona para darle una fisonomía adecuada al paisaje, y de esta manera disminuirá hasta 32 decibeles.
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