Chequear las redes sociales para ver qué subieron nuestros amigos, conocidos y esa gente que no vemos nunca y ni conocemos es una actividad diaria, ya sea en el colectivo, en el subte o cuando caminamos por un barrio "tranquilo". Es una rutina dar "like" a algunas fotos, así como escatimar algunos "me gusta" en los posteos que vemos pero que no queremos que el autor sepa que lo estamos "stalkeando". Armamos una estrategia de nuestra presencia en redes sociales, que incluso puede ser entrar sin dejar rastros para que nadie nos reclame respuestas. Una bloguera australiana con miles de seguidores en Instagram se declaró en su último posteo "adicta" a las redes sociales, lamentó haber perdido gran parte de su juventud en la red y borró más de dos mil fotos de su cuenta.
*** Seguí leyendo: La modelo top de España revela que hay mucha cocaína en la moda ***
Essena O'Neil dijo que se cansó de este sistema "basado en la aprobación social, los 'likes', la validación de las vistas, el éxito entre los seguidores. [...] Me consumió", reconoce. "Pasé la mayor parte de mi día sin rumbo, pasé horas en YouTube... ¿Cómo podemos vernos a nosotros mismos y a nuestro verdadero propósito y talentos si estamos constantemente viendo a los demás">