"Mi nombre es Gonzalo. Soy el Comandante de la 501st Legión Garrison de Argentina”, leí en el messenger de Facebook. No recordaba haber escrito a ningún ejército ni comando. Era la respuesta de un fanático de La guerra de las galaxias y una invitación a entrar al universo de Star Wars. El comandante es Gonzalo Poza, de 28 años, y en el avatar de su WhatsApp luce su flamante traje de clon trooper. Su personaje, precisó más tarde, es Arc Trooper Lt. Prudii. Porque si hay algo que causan las sagas como ésta, es una pronta identificación con alguno de sus personajes,sean humanos o droides; estén del lado de las sombras o del Bien; sean más o menos miserables; héroes o villanos. El universo creado por George Lucas trasvasó generaciones enteras que se hunden en una historia de ficción donde se debaten las mismas luchas que del otro lado de la pantalla. Y con una mitología común a todas las culturas, que garantizan su atractivo.
Adentro del casco de Piloto TIE Fighter, lustroso, negro, la visión de Pedro Nogueiras es limitada. Pero él está feliz luciendo su traje impecable: “Somos los pilotos del Imperio, los que manejamos las navecitas de los malos”, afirma. “Es como estar dentro de los videojuegos que me vuelven loco”, sonríe casco en mano. Su tío fue el que lo metió en el fanatismo por Star Wars. Como cualquier chico, empezó coleccionando historietas y juguetes. Y un día, quiso tener su traje: “Que sale una moneda. Por eso ahora paré un poco porque éste es un vicio caro”. Sus amigos son tan fanáticos como él y comparten las trupeadas (se juntan en algún evento temático).
Estás reclutando tu propio ejército.
Y sí. Estamos aumentando las tropas para Darth Vader y el Imperio.
Si algo le sobra a este piloto de ficción es la convicción al elegir de qué lado está. Su amigo, Alexis Marín Bolado, estudiante de cine, de 22 años, se unió hace poco como “guardia de las sombras” del Imperio. “Estudio cine y veo el lado más técnico. Aunque la historia me gusta muchísimo porque toca temas muy humanos. Aun cuando es un universo imaginario te identificás con esa fantasía.”
“Cuando fui a mi primer evento compré el casco y lo pinté yo mismo.” “Ahora pegaron un salto bastante alto, por lo menos de clon a fase TK es bastante similar, de clon fase 1 a clon fase 2 también...” “Es que pasaron 30 años, chabón...” “Es normal. Es como con los iPhones...” La conversación, encriptada, refiere a la evolución de las armadurasde los troopers a lo largo de los episodios, y de las armas que se pueden obtener con más fidelidad gracias a las impresiones 3D.
Vida de ficción. En la crisis de 2001, Claudio Oliver –que anda por los 57 años– no imaginó que su colección de Star Wars lo salvaría. “Hacé algo con los muñequitos porque si no, vamos a terminar comiendo muñequitos”, repite con una sonrisa la sentencia que le había dado su mujer. Al principio, sólo ofertó en Mercado Libre las figuras repetidas. Oliver tenía una empresa de diseño y gestión de páginas web y en su oficina entregaba lo que vendía. “¿Qué otras cosas tenés">