Hace tiempo que los perfumes dejaron de ser solo un tema de aroma. Algunos aseguran que también pueden influir en el deseo y en cómo los demás nos perciben. Entre los más curiosos se encuentran los que incluyen feromonas, sustancias químicas que nuestro cuerpo genera naturalmente y que, aunque no tengan olor, pueden provocar respuestas instintivas en quienes nos rodean.
Estas señales invisibles no se captan con la nariz como un perfume común, pero sí impactan en nuestra biología. En Argentina, donde el juego de la seducción tiene su propio ritmo y estilo, el tema genera cada vez más interés. ¿Es marketing o realmente las fragancias que las tienen pueden ayudarnos a generar una conexión más fuerte con el otro?
Cómo funcionan las feromonas humanas y por qué están en los perfumes
Las feromonas sexuales son compuestos que el cuerpo libera de manera natural, sobre todo a través del sudor y las glándulas sebáceas. En investigaciones realizadas desde mediados del siglo XX, se vio que estos químicos influyen directamente en el comportamiento sexual y reproductivo. Se detectó que los compuestos presentes en el cuerpo masculino podían afectar la fertilidad de las mujeres, regular sus ciclos menstruales o incluso aliviar los síntomas de la menopausia.
También se descubrió un fenómeno llamativo: cuando varias mujeres conviven por un tiempo, sus ciclos menstruales tienden a sincronizarse. Esto también se atribuye a la acción de las feromonas. En el caso de las mujeres, estas sustancias pueden aumentar el deseo sexual y hacer que se sientan más receptivas.
La palabra “feromona” proviene del griego y significa “portadora de excitación”, lo que refleja perfectamente el rol que juegan en la atracción. En el mundo de la perfumería, se sintetizan en laboratorios para incorporarlas a colonias o perfumes que, a simple vista, parecen comunes, pero que incluyen este plus químico destinado a generar reacciones más intensas.

¿Cómo se usa el perfume con feromonas para que funcione?
La clave para que el perfume con feromonas tenga efecto está en saber cómo aplicarlo. Lo ideal es colocarlo en zonas del cuerpo donde haya mayor temperatura o pulso sanguíneo, como el cuello, las muñecas o detrás de las orejas. Estas áreas permiten una mejor difusión de las notas de la fragancia y, por lo tanto, mayor exposición de las feromonas.
Además, se recomienda usarlo todos los días después de bañarse, ya que el agua puede eliminar las sustancias activas. El efecto no es inmediato ni mágico, pero puede potenciar la percepción de atractivo y generar una conexión más natural.
Beneficios del perfume con feromonas: ¿vale la pena probarlo?
- Refuerza la percepción de atractivo sin necesidad de cambiar tu perfume habitual.

- Aumenta la autoconfianza, ya que muchos se sienten más seguros al usarlo.
- Puede potenciar el deseo sexual en quienes lo rodean.
- No tiene riesgos, porque las feromonas son naturales y seguras.
En definitiva, el perfume con feromonas no garantiza resultados, pero puede ser un aliado interesante en el arte de la seducción.
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