A poco más de 500 kilómetros de la CABA, en el corazón del partido de Adolfo Alsina, se encuentra un rincón que sorprende a los viajeros por su tranquilidad, belleza natural y propuestas sensoriales únicas. El Parque Termal Mar de Epecuén, ubicado en el sudoeste bonaerense, no solo es un destino ideal para el descanso, sino también una joya turística que combina termas, gastronomía regional y paisajes inolvidables.
Lejos del ruido de la ciudad, este complejo termal se convirtió en un punto clave para quienes buscan una pausa en el año, sobre todo durante fines de semana largos o vacaciones. Con aguas minerales de reconocidas propiedades curativas y una propuesta culinaria que resalta lo mejor de la región, es una experiencia que conquista paladares y relaja cuerpo y mente.
Relax y gastronomía con vista al lago en aguas termales
El complejo abre sus puertas de viernes a domingos desde el mediodía y ofrece un entorno rural donde el tiempo parece detenerse. Caminos de tierra, árboles añosos y cielos amplios arman el marco perfecto para descansar sin apuros.
Las aguas termales, reconocidas por sus beneficios terapéuticos, son el principal atractivo del parque, y se disfrutan mejor durante los atardeceres, cuando el sol tiñe el lago Epecuén de tonos dorados y rojizos.
Propuesta gastronómica
Uno de los grandes atractivos del Parque Termal es su propuesta gastronómica regional. Almuerzos caseros, meriendas con dulces artesanales y pastelería de elaboración propia completan una estadía que va mucho más allá del relax.

Dentro del predio, el restaurante ofrece panificados, licuados naturales, café, y platos elaborados con ingredientes frescos, muchos de ellos producidos en la zona.
Comer con vista al lago no es un simple detalle: es parte del encanto. Sentarse a merendar frente al horizonte tranquilo del sur bonaerense es una postal que se vuelve rutina para quienes repiten la experiencia.
Historia en Villa Epecuén
Quienes extienden su visita tienen la posibilidad de conocer la mítica Villa Epecuén, un pueblo que quedó bajo el agua en 1985 tras una inundación y que hoy puede recorrerse como un sitio arqueológico a cielo abierto. Es un paseo emotivo e impactante, donde la historia se hace visible entre las ruinas emergidas.
Muy cerca, la ciudad de Carhué complementa la experiencia con ferias de productos regionales, tiendas de artesanías, bares históricos y propuestas culturales. También es ideal para caminatas junto a la laguna o paseos en bicicleta, disfrutando del aire puro y el ritmo pausado de los pueblos del interior.

En la zona hay variedad de opciones para alojarse, desde cabañas familiares hasta hoteles boutique con spa y pileta, muchos de ellos con tratamientos de agua salada que prolongan los beneficios termales. Ya sea en pareja, con amigos o en familia, es posible encontrar el estilo de estadía más adecuado para vivir un fin de semana inolvidable.
Cómo llegar al Parque Termal Mar de Epecuén
Desde la Ciudad de Buenos Aires, se puede llegar en auto tomando la Ruta Nacional 5 hasta Guaminí y luego continuar por rutas provinciales. El viaje dura alrededor de 6 horas. También hay servicios de micros hasta Carhué, con combinaciones que permiten acceder fácilmente al parque termal.
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