Dos investigadores argentinos del CONICET, Alejandro Córsico y Francisco De Gerónimo, marcaron un hito en la astronomía al descubrir una estrella enana blanca ultramasiva pulsante, una rareza cósmica de la que apenas se conocen ocho en toda la galaxia.
El trabajo fue realizado en el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, CONICET-UNLP) y publicado en The Astrophysical Journal Letters, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo. La estrella fue bautizada WD J0135+5722 y se encuentra “cerca de nuestro planeta, dentro de la zona que se conoce como vecindad solar”, explicó Córsico. Más precisamente, está a unos 50 pársecs, lo que equivale a 160 años luz de la Tierra.
¿Qué tiene de especial esta estrella?
Según explican desde el CONICET, las enanas blancas son estrellas que se encuentran en la etapa final de su vida. En el caso de esta nueva estrella, su masa es enorme pero su tamaño muy reducido, lo que la hace difícil de detectar. “Aunque es muy masiva –su masa es equivalente a 1,10 la del Sol– no es gigantesca, sino todo lo contrario", señaló Córsico.
"En las enanas blancas, a más cantidad de masa, más compactas y pequeñas son, y eso las hace muy difíciles de detectar”, agregó.
Pero eso no es todo: WD J0135+5722 presenta una cantidad inédita de pulsaciones, que son variaciones en el brillo de la estrella causadas por vibraciones internas. "Nuestras interpretaciones de las imágenes y datos captados nos permitieron detectar 19 modos o períodos de pulsación, mientras que en otras enanas blancas nunca se habían encontrado más de ocho”, reveló Francisco De Gerónimo, primer autor del estudio.

Claves del hallazgo astronómico
Este descubrimiento tiene varias características que lo vuelven único:
- Es una enana blanca ultramasiva pulsante, de las más difíciles de detectar.
- Se encuentra relativamente cerca de la Tierra, a solo 160 años luz.
- Registra 19 modos de pulsación, el número más alto observado hasta ahora en estrellas de este tipo.
Su análisis fue posible gracias a una colaboración internacional que unió telescopios en España y Estados Unidos con cálculos teóricos realizados en Argentina.

Un esfuerzo internacional con protagonismo argentino
El hallazgo se enmarca en un proyecto internacional en el que participaron observatorios de distintos países. Las imágenes más detalladas de la estrella fueron captadas con el Gran Telescopio Canarias (GTC), ubicado en España, gracias a una colaboración con investigadores europeos.
Previamente, astrónomos norteamericanos ya la habían detectado con dos pulsaciones utilizando el Observatorio Apache Point, en Nuevo México (EE.UU).
Este trabajo en equipo permitió profundizar la investigación. “Es un claro ejemplo de que la Argentina puede participar de descubrimientos importantes si se asocia con otros países con mayores recursos: nosotros aportamos los cálculos teóricos para modelar la estrella”, remarcó De Gerónimo.
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