El aloe vera, o sábila, como también se la conoce, es una de esas plantas que no pueden faltar en casa. No solo es decorativa y fácil de cuidar, sino que tiene propiedades curativas que muchos aprovechan para calmar quemaduras, hidratar la piel o aliviar irritaciones. Sin embargo, a medida que el otoño avanza y las temperaturas bajan, es fundamental darle una atención especial si querés que crezca fuerte, sana y con posibilidades de florecer.
Aunque no es común que florezca todos los años, hay formas de ayudarla a que lo haga. Con un fertilizante natural que podés preparar en casa y algunos ajustes simples en el cuidado diario, tu sábila puede atravesar el frío de mayo sin problemas y llegar a la primavera con toda la energía.
Cómo hacer florecer el aloe vera con un fertilizante casero
Si bien es una planta bastante resistente, el aloe vera responde muy bien cuando le das un extra de nutrientes, sobre todo si tu objetivo es verla florecer. Un truco casero muy efectivo consiste en usar agua de cáscara de banana, que aporta potasio y fósforo, dos minerales esenciales para estimular su desarrollo y floración.
Preparación del fertilizante:
- Cortá una o dos cáscaras de banana en trozos chicos, dejalas en un litro de agua durante 24 horas, y después colá el líquido.
- Usá esa agua para regar tu planta cada dos semanas.
- Eso sí: no te pases con la cantidad. Usar este abono de forma excesiva puede afectar las raíces en lugar de beneficiarlas.

Cómo cuidar el aloe vera del frío en mayo
En esta época del año, muchas regiones del país empiezan a sentir el descenso de temperatura, sobre todo a la noche. Si tenés tu aloe vera afuera, es clave moverla a un lugar más reparado para evitar que el frío la dañe. Aunque la sábila tolera la sequía, el frío y el exceso de humedad son sus principales enemigos.
Tips para proteger tu aloe vera en otoño:
- Ubicala donde reciba sol directo al menos 6 horas por día, preferentemente en la mañana.
- Reducí la frecuencia de riego: esperá a que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar.

- Usá una mezcla de tierra especial para suculentas o cactus, agregando un poco de arena gruesa para mejorar el drenaje.
- Retirá las hojas secas o dañadas para que la planta no gaste energía en mantener partes que ya no sirven.
Con cuidados constantes y un poco de paciencia, tu aloe vera va a estar mejor preparada para florecer cuando llegue el momento. Y cuando esa vara floral aparezca, vas a ver que todo el esfuerzo valió la pena.
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